Está casi a
la orilla de la caída de las aguas sobrantes de la Fuente del Higueral, sí
aquella que le dieron en el repartimiento a Portocarrero, entre las carreteras
que llevan a El Chorro y la que va a Flores.
Es un risco
solitario. Su entorno fue poblado por los que vivían de la recolección y de la
caza, o sea por el hombre primitivo. Después, asentamiento romano y andando el
tiempo, con la presencia musulmana, alcanzó la categoría de leyenda.
Verán. “Leyenda de amor y celos / en Álora musulmana /
entre un bravo capitán / y una morita cristiana. // Algunos meses después / de
en la villa haber entrado / las tropas conquistadoras / que mandaba don
Fernando.”
Bernardo ve como la mujer que desea, “ni en el Edén musulmán /
existe hurí tan bella”. abraza
a un hombre; lo empujan los celos: Es de noche. Una sombra entra en la casa; descarga sobre ella su acero…
Después, a ella. “Pero aún puede escuchar / antes de darle martirio / ‘¡Bernardo!, ¡Tú te
equivocas! / ¡Yo soy pura como un lirio!’
La manda atar en un almendro - “apenas
sus flores secaron” -, y dice la Leyenda: “Pero al nacer nueva luna / del monte
Hacho ha salido / un haz de luz y de fuego / que en lirio la ha convertido.”
Y la cruel realidad: “A los dos
días de esto / de Granada ha regresado / su madre con los papeles / que allí
había legalizado. / De su esposo, un notable musulmán / que por no caer cautivo
/ se tenía que ocultar”.
Y continúa: “Recuerda entonces
Bernardo, / la frase que pronunciara / antes de segar su vida / con el filo de
la espada. // En lo alto de una peña / al lado mismo del lirio, / para tenerlo
muy cerca / su casita ha construido”.
Y concluye: “Una mañana de junio / aquel lirio se ha secado / pues el
canto del jilguero / Bernardo ya no ha escuchado. // Los pajarillos del bosque
/ por todo el valle llevaron / semillas de blanco lirio / que en los jóvenes
sembraron”.
La leyenda la recogió mi compañero Antonio López; Felipe Aranda, la foto. Yo, me pregunto: ¿sería una mañana como la de hoy?e hoy?
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