martes, 31 de diciembre de 2024

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Año Nuevo

 






Dice el calendario que, en Occidente, mañana será otro año. Éste se nos va con luces y sombras. Como todo en la vida. Me es imposible contactar personalmente con cuantos me habéis mostrado afecto, cariño y solidaridad. Lo hago a través de esta página que ha sido la manera que hemos tenido de contactar.

Que se cumplan todos los deseos y buenos propósitos. Hasta el Año que viene, si Dios quiere. Felicidad, Paz y Bien. 

Un abrazo. 



lunes, 30 de diciembre de 2024

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Nuestra rosa de cada día

 


Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Fray Juan

 

    



30 de diciembre, lunes. Cuenta Cervantes en el capítulo XIX  del Quijote, que se las andaban Don Quijote y Sancho deambulando y hambrientos, apaleados y con la esperanza de encontrar una venta o algo parecido donde pasar la noche que se veían encima muy oscura y sin vislumbrar una salida a aquella situación.

En un momento ven aparecer por la lejanía a modo de antorchas luminarias “que no parecían sino estrellas que se movían” algo similar a una procesión. Las luces no estaban quietas. Avanzaban hacia ellos y ambos dos sujetaron las riendas del asno y del caballo y contemplaban atónitos la situación. (El hambre apretaba, las alforjas perdidas y la situación de lo más preocupante. Sancho temblada, dice Cervantes, como un azogado y a don Quijote se le erizanba los cabellos de la cabeza. Eso le animó un poco.

El hombre en su locura le dijo a Sancho que aquella podría ser la grande y peligrosa aventura donde tendría que demostrar su valor. Se apartaron al borde del camino y mientras uno, Sancho, pensaba en fantasmas; el otro, don Quijote, veía la posible aventura.

Esa extraña visión y a aquellas horas, donde los encamisados avanzaban en la oscuridad le hicieron pensar al ilustre caballero que en la litera iría algún caballero herido o muerto mientras Sancho almacenaba el miedo en su corazón ante tan extraña situación.

Don Quijote mandó detenerse a la caravana y pidió cuentas de donde venían, adónde iban y que era lo allí llevaban para castigar si que habían cometido algún desaguisado “o para vengaros del entuerto que vos ficieron”.

Se dirigió a la mula delantera que espantada se alzó en los pies y dio por sus ancas con el jinete en el suelo. Se formó la zapatiesta porque los encamisados en palabras de don Miguel era gente medrosa y sin armas.

Uno de ellos dijo llamarse Alonso López que no era licenciado y sí bachiller natural de Alcobendas que venía de la ciudad de Baeza con otros once sacerdotes que son los que han huido, contó, por el miedo y “vamos – dijo – a la ciudad de Segovia”, porque llevaban los huesos de un caballero a darle enterramiento…

Fray Juan de Yepes, San Juan de la Cruz, murió el 14 de diciembre de 1591 en la ciudad de Úbeda. Con ligeras variantes Cervantes en aquella narración nos estaba contando el traslado de un difunto, - ¿San Juan de la Cruz? - probablemente el más grande poeta místico de la literatura española y sin dudarlo tan grande como el propio Cervantes, posteriormente recocidos, en   verso y en prosa, respectivamente.

 

domingo, 29 de diciembre de 2024

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Nuestra rosa de cada día

 


Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. La huella de Demetrio de los Ríos

 

                           





29 de diciembre, domingo. Nació en Córdoba, Baena (1827) y se formó en Madrid. Dejó lo mejor de sí mismo en Sevilla que rotuló con su nombre una calle en el centro de la Ciudad, cerca de la antigua estación de San Bernardo.

Su familia de clase media, muy culta – su padre era escultor – vivía en Baena (Córdoba) de donde tuvo que emigrar por sus ideas liberales. En Madrid se formó en la Escuela de Arquitectura. Trabajó como profesor de Dibujo Topográfico y Arquitectura en la Escuela de Bellas Artes de Sevilla.

Participó en todas las comisiones relacionadas con la arquitectura de la ciudad, unas veces como presidente; otras como vocal. Donde realmente realizo labores encomiables fue salvando de la piqueta la iglesia de Santa Catalina y la de San Marcos, condenadas al derribo por los Decretos de destrucción de algunos templos como resultas de los decretos de la Revolución de 1868.

Realizó una labor encomiable, con criterios científicos, en la conservación de Itálica, el monumento romano más importante de Andalucía, terreno abonado para la rapiña y el expolio de los comerciantes de las bellezas y piezas únicas que extraían de los lugares históricos mal conservados hasta entonces. Durante dos décadas -colaboró con su hermano José - puso coto a aquella barbaridad y el Museo Provincial de Sevilla, del que fue conservador acogió cantidad de piezas que de otro modo se habrían perdido.

En Sevilla realizó también la puerta norte de la catedral que comunicaba el templo con el patio de los Naranjos. Se inspiró en la puerta de los Leones de la catedral de Toledo. Realizó también el diseño del monumento a Murillo en la Plaza de Museo.

En 1880 accedió al cargo para continuar las obras de la catedral de León donde cambió los modelos de piedra de Boñar y la piedra de caliza blanca de Hontoria utilizadas por anteriores arquitectos por la piedra arenisca de Buidongo y mármol de Pola de Gordón. En León le sobrecogió la muerte el 17 de enero de 1892 con 65 años.

Sevilla rotuló con su nombre una céntrica calle – se anda en poco menos de diez minutos – que une Eduardo Dato y la Avenida Menéndez Pelayo y pone fin a la ilusión de una vida. Alguien dijo que en interior nacen las ilusiones y en la calle mueren. Quizá sea un epitafio muy significativo para una vida dedicada a la arquitectura en una ciudad de arte, belleza y contrastes. San Isidoro santo sevillano está enterrado en León; san Fernando, rey leonés, en Sevilla…

sábado, 28 de diciembre de 2024

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Nuestra rosa de cada día

 


Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Mi vecino de enfrente



                             

                     Álora. El Hacho


28 de diciembre, sábado. Desde mi ventana, El Hacho, es mi vecino de enfrente. Desmochado ve como se columbran las nubes que según vienen del Golfo de Cádiz o de Levante andan caminos diferentes. Las que vienen del Océano traen el agua con la bendición de Dios; las otras… Bueno, de las otras, es mejor no hablar.

A los lejos, a la izquierda, la mole caliza de la sierra de la Huma - la sierra del Valle para otros - y esa sucesión de montes que nos cierran (como los Pirineos que nos separan de Francia cuando se estudiaban los límites de España) de las vegas feraces, ubérrimas a las que damos en llamar depresión del Guadalquivir, campiñas de Córdoba, Vega de Antequera…

Cierra, casi a sol naciente, el paisaje lejano El Torcal. El Torcal es algo serio. Siempre ahí. Siempre misterioso donde cada año se pierden un par o varios pares de senderistas sorprendidos por la niebla o porque no supieron seguir las rutas marcadas por las flechas. Todos, si ‘salen’ por su pie, lo hacen por el cortijo de los Navazos, junto a los Prados de Eslava donde nace el arroyo de las Piedras.

El cerro de la Fiscala, la Farola, el Cerrao, Santi Petri…en sentido descendiente buscan la mar que no se ve pero se intuye, y en las Cruces, hacen que se den la mano los términos municipales de Álora, Almogía y Cártama y, un poco más abajo, el arroyo Rabanero, el del cante por verdiales. Sí, aquel de: “En el arroyo Rabanero / el dinero es el que pita / se echa una novia un obrero / viene un rico y se la quita”.

Y en medio, el río, el nuestro, el Guadalhorce y, a ambos lados, entre los limoneros, salpicadas, multitud de casitas blancas echadas a voleo por la mano divina que las puso donde quiso y porque quiso y, el río que se pierde y busca donde es su morir natural, porque herido de muerte va y no por decisión de él, sino de otros. Ustedes me entienden.

Ahora las lomas se han puesto el mantoncillo verde, ese que viene de la mano de las sementeras que comienzan a romper la concha de la tierra porque es el tiempo de aflorar y luego, cuando llegue la primavera nos dirán como se presentan los trigos y las leguminosas y esas páginas del libro abierto que siempre es el campo.

 

 

viernes, 27 de diciembre de 2024

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Nuestra rosa de cada día

 


Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Beli: la mujer de los ojos grandes


                  


27 de diciembre, viernes. La noticia me ha llegado casi con las primeras luces del día. Las noticias malas siempre corren más que las otras… ¡Ya se sabe! Yo a ella casi no la conocía. A su marido sí, a Manolo, desde niño.

Un día de hace muchos años, cuando éramos muchachos coincidí con ella en una excursión a Córdoba. La Empresa Rivero había comprado un autobús nuevo, “la Sava”. María del Socorro Salán, la bibliotecaria de nuestro pueblo, organizó una excursión cultural a Córdoba. Era un día de primeros de octubre y entonces, aún hacía calor en Córdoba. Bueno en Córdoba hace calor casi siempre.

Alguien comentó (entonces no había autovías y los viajes se prolongaban más en el tiempo) y los viajeros se hablaban entre sí que aquella niña tenía unos ojos muy grandes y preciosos. Quizá no cayó en la cuenta que los ojos son el espejo del alma.

Ahora, cuando hace un rato me llegó la noticia he recordado aquello que en aquel momento solo era una pincelada más en un viaje cuando salir del pueblo significa tanto y he pensado que era verdad y que tenía los ojos grandes como la luna de abril que va de noche, sola, por las lomas sembradas de trigos que apuntan a espigas y que, luego, cuando llega la calor, la primera calor, granan y son harina de pan, pan bendito en la Hostia consagrada.

Que era verdad que tenía los ojos grandes como el brocal del pozo, - el que está allá abajo, entre adelfas, en el arroyo -, donde Platero se asomaba y venía su figura, y sus orejas largas que siempre que sentía curiosidad lanzaba hacia adelante, y su cabeza para que los niños pasasen sus manitas inocentes en caricias que envidiaban las estrellas.

Tenía los ojos grandes como las palabras únicas: madre, ilusión, vida… Como la voz encantada de Andrea Bocelli, como el embrujo de los violines de Vivaldi, como el misterio de Peer Gynt…

Tenía unos ojos grandes que van pregonando paz, paz, paz… y se pierde como se pierde el eco por los campos y se acuna en las ramas de los olivos alineados, guardianes de bálsamos y ungüentos para alumbrar a Dios.

Alguien dijo que los ojos son el espejo del alma, y entonces voy y me paro, y me pregunto, si sus ojos son así ¿cómo será de enorme su alma? Ahora Dios la ha llamado para que sus ojos aún sean más grandes – aunque el dolor los haya mitigado solo en apariencia para que lo contemplen a El y le pida por los suyos para que puedan sir soportando estos palos que inexorablemente llegan “a dentelladas secas y calientes”. Un abrazo, Manolo, entrañable amigo, para ti y para todos los tuyos.

 

jueves, 26 de diciembre de 2024

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Nuestra rosa de cada día

 


Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. ... y Sevilla



                                                 … y SEVILLA


26 de diciembre, jueves. Sevilla tenía dos deudas ‘roonas’. El monumento a Joselito y ‘desfacer el entuerto’ hecho por alguna mente mal intencionada de una inquina entre los hermanos Machado, o sea, entre Manuel y Antonio.

José Gómez Ortega “Joselito” pasó a la historia del toreo por muchas cosas. Por su grandeza y conocimiento de todo lo que aportó, por el ímpetu que puso en construir grandes cosos taurinos - quizá eso fue un pulso muy grande a los maestrantes - y porque lo mató Bailaor en Talavera de la Reina… El monumento ha llegado, tarde, quizá demasiado tarde, pero se arregló el desaguisado hace unos años.

Los hermanos Machado – José apenas ha contado – tenía otra perspectiva. Interesaba a alguien crear dos imágenes: el Machado bueno y el Machado malo. En ideología política (se ha sabido que solo fueron la circunstancias las que intervinieron en un momento en que el reloj del tiempo marcó el momento), el profundo en poesía, y el otro, el colorista…

El ‘juerguista’ según quien hablase y el hombre herido por el dolor y la pena que para colmo deambuló de Soria a Baeza y a Segovia y… fue a dar con su cuerpo herido ‘ligero de equipaje’ con el trauma de una guerra perdida (¡como si las guerras las ganase alguien!) en Colliure, junto al Mediterráneo donde sopla la tramontana fría en invierno.

Sevilla, ha unido la obra de ambos bajo la mano magistral de Alfonso Guerra, que ha recopilado un montón de joyas literarias, en la Real Fábrica de Artillería. Un viejo edificio del siglo XVII que ha mostrado al público, tan numeroso, que han tenido que prolongar la fecha de cierre de la Muestra, bajo el epígrafe de Retratos de Familia una parte de la obra de ambos.

Es una exposición para recrearse en lo que los dos escribieron, desde el momento colorista “Mi infancia son recuerdos de un patio de Sevilla donde madura el limonero” o en esa poesía de Manuel que hay que paladearla de tal manera que uno siempre se queda con ganas de más porque le sabe a poco.

Para muestra me quedo con dos pinceladas: “Soy hombre extraordinariamente/ sensible al lugar en que vivo./ La geografía, las tradiciones, las/  costumbres de las poblaciones por/  donde paso me impresionan / profundamente y dejan huella en/ mi espíritu”. Antonio Machado.   Carta a Juan Ramón Jiménez. 1903

Y otra:

 “Nosotros trabajamos despacio, / es decir, seguimos escribiendo por / el gusto de escribir, desinteresados del / fin, manteniendo la propia actitud / que hace treinta años cuando/ escribíamos un soneto que no iban a / leer más que unos cuantos amigos”. Manuel y Antonio Machado / La Libertad, 26 de junio de 1930

Amén.

 

 

miércoles, 25 de diciembre de 2024

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Nuestra rosa de cada día

 


Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Sinfonía siberiana

 

 


          El río Obi por Novosibirk


25 de diciembre, miércoles. Escribo un día frío de Navidad. Desparramo la vista por los anaqueles y tropiezo con un viejo libro, Sinfornía Siberiana. Lo compré en Moscú, Editorial Progreso 1984. Gobernaba entonces Chernenko, sustituto de Andropov; esperaba Gorbachov...

Volamos desde Madrid, vía Viena, a Moscú, aeropuerto de Sheremeievo. Iniciaba una aventura soñada desde niño. Comenzaría el Transiberiano. En mis oídos resonaba la voz aflautada de don Emilio Mandly… “Los tres grandes ríos de Siberia son Obi, Yenisei y Lena”.

Una guía de la Intourist nos acompañó desde Madrid. Moscú nos recibió en una tarde de mediados de verano. De vez en cuando, cruzaba la calle una pancarta escrita, obviamente, en caracteres cirílicos, y una foto de Chernenko…

- ¿Qué dicen esos mensajes? Pregunté.

- “El presidente Chernenko les desea la paz a todos los ciudadanos del mundo”. (Explicatio non petita…). Eso no lo había visto en ningún otro lugar y uno tiene andado algunos caminos.

Sobre los cables de los trolebuses, otro pequeño mensaje…

- Y ¿ese?

- Stop. Está dirigido a los automovilistas. Jamás - pensé - habría podido conducir por Moscú.

Varios días después subíamos al Transiberiano. Casi entre dos luces atravesamos el río Kama. Me pareció descomunal, inmenso. En una noche de tormenta atravesamos los Urales. Me rindió el sueño. Nos amaneció con el tren parado en medio de un bosque. Unos de los despertares más bellos de mi vida. Todo era una sinfonía – otra – de luz. Entre el verdor se filtraban los rayos del sol. Poco después, el tren paró en Sverdlovsk. La primera ciudad de Asia. Ahora se llama Sheremétievo. De allí llegó Boris Yeltsin. En Ulan Udé se desviaba una rama del tren hacia Ulan Bator, la capital de Mongolia.

Varios días después, llegábamos, al atardecer, a Novosibirk (cuando escribo estas líneas están a -17º) Hacía calor, el calor propio de Siberia en verano. El encuentro con el Obi fue algo así como el reencuentro con un viejo amigo que me esperaba desde hacía mucho tiempo…

Por el río Angará fuimos a Irtuks. Recordé a Miguel Strogov y aquellas lecturas de cuando muchacho. De regreso a Novosibirk nos pidieron si podría compartir ratos de nuestra estancia con personas que estudiaban castellano. Me asignaron una chica que se llamaba Margarita y hablaba un español mejor que le mío.

Me habló de la Subbética con un conocimiento exhaustivo. Le manifesté que su nombre no era muy ruso; su expresión lingüística, tampoco, y sus conocimientos… ¡deslumbrantes! Me dijo que había nacido en Argentina, su padre estaba en la misión diplomática, y había estudiado en Madrid…

Novovisibirk deparó más sorpresas. ¡Tantas! Imposible resumirlas. Nos despedimos, a pie de tren. Seguía camino de Jabárovsk donde se unen el Amur con el Ussuri. A los occidentales no nos permitían llegar a Vladivostok….

martes, 24 de diciembre de 2024

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Nuestra rosa de cada día

 


Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Nochebuena

 

                                       



24 de diciembre, martes. Señor dicen los papeles que, en el Mundo Occidental, hoy, esta noche, por más señas, celebramos ese momento en que Tú decidiste venir al Mundo…

Cuentan, aunque no sabemos en qué estación del año se estaba, que un grupo de pastores hacían turnos para guardar el rebaño y que entonces, un reflejo de luz muy potente protegía a un Ángel y que les dijo que no tuviesen miedo pero que un pequeño pueblo, o sea, en las afueras, en un establo estabas Tú, tu madre, María y José…

Ellos se pusieron en camino y te llevaban cosillas de las que tenían. En algunos sitios cantan que te llevaron requesón y miel… ¡Fíjate, Tú tan chico comiendo requesón!

Nuestra tierra, o sea la tuya, ahora se ha vestido de verde. La otoñada ha sido muy tardía y con unas lluvias… Bueno. ¡Qué te cuento! Envíales, si te parece bien algo de ayuda y consuelo a la gente que ha perdido mucho, muchísimo. Lo de las vidas que se han ido… Eso ya sabes, sólo Tú tienes el bálsamo para mitigar tanta pena.

En otros sitios los hombres se han cegados. Han perdido de vista, en su ceguera, que los del otro lado son también hombres como ellos y que los niños de los otros son iguales que los niños de ellos. Dales, si te parece, un poco de cordura y un corazón más grande y menos ruin para que dejen de matarse unos a otros.

Las alambradas se dan las manos entres sus propios alambres y los hombres nos empeñamos en regalarlos odio, rencor, inquina, desencuentro. Tenemos poco arreglo y eso que Tú dijiste que nos hacías semejantes a Ti, pero como eres tan generoso también nos diste la libertad y algunos, ya ves, no somos capaces de usarla en la medida en que nos la regalaste. Se te olvidó algo: las cosas regaladas son las que menos se valoran. ¿Nos entiendes ahora mejor? Bueno, Tú lo entiendes todo.

Esta noche algunos, en muchos sitios, van a sufrir los disparates de las guerras, las carestías materiales, el frío de no poder dormir bajo un techo, la soledad y el abandono. Demasiadas cosas juntas….

A mí en esta noche que llamamos Nochebuena, se me ocurre pedirte que nos concedas lo que más necesitamos. Tú nos conoces mejor que nadie. Tú sabes de nuestras respuestas que nos salen del corazón. Así que ahí, te dejo el encargo. Si te parece bien, si no los lo quieres dar entero, al menos una parte, para que mañana cuando salga el Sol, que eres Tú, podamos volver a decir: Gracias Señor porque no nos has dejado de tu mano.

lunes, 23 de diciembre de 2024

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Nuestra rosa de cada día

 


Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Candelario en invierno

 


                    Sierra de Candelario



¿Te acuerdas? Era un día como hoy, y también, lunes 23. Queríamos llegar a Álora para Nochebuena. Habíamos pernoctado en Salamanca en el hotel Monterrey en calle Azafranal entre La Alamedilla y el Convento de San Esteban. Regresábamos de la boda de Maruja y Luis…

Soplaba, a media mañana de diciembre, el viento helado del norte. Venía del Campo Charro, había cruzado Béjar y por el Puerto iba - antes pasa por Baños de Montemayor - a Hervás. Por el río Ambroz toma el camino de Plasencia; por el de Honduras, al Jerte…

Un pequeño desvío y nos llevó a Candelario. Una mujer de ojos y pelo negro, como venida de mucho tiempo antes, me apuntaba con su dedo: “¿Ve usted aquella cumbre, casi rozando el cielo? Es la Covatilla”. El cielo era azul y limpio; el aire frío, muy frío. Por la calle corría un río de agua clara con los bordes llenos de carámbanos…

El rumor del agua saltarina ponía una nota de música diferente en estos pueblos que en los meses de invierno parecen fantasmas. No había nadie en las calles. Por las chimeneas apuntan columnas de humo tenues, diminutas. Dicen que allí dentro hay vida. Por fuera no lo parece.

Están las paredes llenas de musgo. Las resguardan con tejas colocadas de manera invertida – ‘para que no se retenga el agua ni la nieve’-. Las casas son de granito. Muros recios; balconadas con madera de castaño. Piedra, madera y agua.

 Las ‘batipuertas’, cerradas. Pregunto. Me dicen que es para protegerse de la nieve. “Porque antes nevaba mucho; más, que ahora, ¿sabe?” Y, ¿el gancho de hierro? “para que un hombre, sin ayuda, sacrificase una res”. Candelario elabora una industria chacinera de renombre.

Candelario tiene muchas fuentes y una Casa Consistorial soberbia. Es del XIX y si el refrán dice que ‘arreglado a la choza es el guarda’ este pueblo canta que tuvo mucha riqueza desde siempre. Lo pregona, también, el templo. Lo dedican a la Asunción de María.

Entre Candelario y Béjar crecen castaños, hayas y robles. Estaban despojados de hojas El invierno incipiente ya los ha dejado sin hojas y como la tierra por estos parajes es tan fría, también, están helados los helechos y hay peligro, por escarcha, en la umbría de la carretera.

domingo, 22 de diciembre de 2024

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Nuestra rosa de cada día

 


Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Arroyo Ancón

 




                 Entronque  de los arroyos Jévar y Ancón...

 

                           A mi entrañable Alejo J. García Ortega que ahora toca en el cielo la campana que él puso en la Escuela Rural de los Padillas, y que tantas veces me pidió que lo llevase para ir a verla...


22 de diciembre, domingo. Era temprano. El sol ya había subido un par de palmos sobre el horizonte. El cielo limpio de nubes; azul pureza, ese azul que solo pueden llevar la Inmaculadas de Murillo o el azul de la capa que cubre la vertiente al Sur de la Penibética cuando sopla el aire del Norte, o sea, el que viene da ‘Arriba’: frío y seco.

Llamo a un amigo. Le hago una proposición ‘deshonesta”, le digo que si le parece bien que nos demos un piro por el arroyo Jévar porque necesito una foto – la que ilustra el artículo de hoy – del arroyo Ancón.

Como sabemos que la tardanza es la mala, en poco menos de veinte minutos lo recojo en su casa. Tomamos la A-343 que va desde Zalea a Antequera y antes pasa por la Barriada de la Estación, en Álora, Bellavista y por la Cuesta de la Asperilla y el Valle de Abdalajís...

El puente de la Gavia, sobre el Jévar, está en reparación, la Dana del 29 de octubre le ha perdonado la vida; dejamos a un lado Casablanquilla. En la loma del Taraje nos desviamos; a la derecha la Haza Llana. (ya apunta la sementera; está preciosa); a la izquierda, por la Cañada de Valsequillo, a la Peña de los Ballesteros. En el horizonte el Cerro de las Fiscalas. Nosotros como quien no quiere la cosa, proseguimos arroyo arriba – del Jévar, claro – por uno de los laterales. El camino está como un camino por el que han pasado máquinas de reparación, después de una riada, o sea poco menos que intransitable…

El agua viene fría y cristalina; caracolea, arroyo abajo. El agua trae la bendición de Dios. Llegamos al entronque de los dos arroyos, en Los Padillas. El arroyo Ancón según su nombre etimológico es “ensenada pequeña en que se puede fondear”, sin embargo, nunca, obviamente, ha sido navegable, y por su lejanía del mar tampoco pudo serlo en tiempos remotos.

Es tributario del Jévar, que viene desde el Sur de El Torcal, en el partido de ese nombre, entre Villanueva de la Concepción y La Higuera, cerca de la ermita; el Ancón da nombre a un extenso partido rural. Nace en la vertiente Norte del monte Santi Petri, en el término municipal de Almogía. La Hojita Parroquia de los años veinte del siglo pasado dice que en la avenida del miércoles 26 de septiembre de 1906 causó daños de importancia.: arrancó el huerto de la hacienda de Dueñas llevándose, además, dos vidas, y eso es peor.

En el 2024 no hay Hojita Parroquial, pero les digo que el cauce del arroyo está plagado de ‘toleanas y muchas pelaíllas’ que Dios sabe de dónde han venido. Los daños, muy cuantiosos, pero…

- Y esto, me pregunta mi amigo, ¿cuándo los vas a dejar en un libro?

- Uf…

sábado, 21 de diciembre de 2024

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Nuestra rosa de cada día


 

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Torrijos, algo más que un liberal rebelde

 

           


21 de diciembre, sábado. Leonardo Fernández acaba de presentar su obra El Fusilamilamiento de Torrijos en la capilla de Santa Isabel de Hungría, del cementerio de San Miguel, en Málaga.

Con esta obra, Leonardo Fernández se une a un grupo de pintores que destacaron fusilamientos importantes en la Historia de España. Goya, inmortalizó los del 3 de mayo en Madrid tras los acontecimientos del inicio de la Guerra de la Independencia. Antonio Gisbert, llevó al lienzo la muerte del General José María Torrijos y sus compañeros con ligeras diferencias a la que acaba de sacar Leonardo Fernández.

Goya, pinta el dramatismo de la muerte; Gisbert, una Málaga que él no conoce pero idealiza en el lienzo; Leonardo Fernández lleva la serenidad de los hombres de una valentía excepcional ante el fin último y además nos regala cómo era Málaga en 1831. Torrijos y compañeros son abatidos en la playa de San Andrés el 11 de diciembre – con un mar que no está en calma (España tampoco lo estaba), con unas montañas que los malagueños identificamos como nuestras que recortan el horizonte o las torres de la iglesia del Carmen donde velaron la noche anterior a su muerte aquel grupo de hombres luchadores por la libertad de todos frente al absolutismo de Fernando VII.

Se ha documentado el pintor de manera exhaustiva. Tienen ropa de la época, tanto el pelotón de soldados venidos de Soria porque los de la ciudad se negaba a hacerlo, las levitas y colorido de los paños, el cielo de Málaga en un final de otoño…

Con el General Torrijos – es imposible reseñar a todos – muere también el Teniente Coronel de Artillería Juan López Pinto. Tras la ejecución arrojados a una fosa común: luego a los nichos 307 y 311, un irlandés – el único que no reposa actualmente con los otros 48 compañeros que posteriormente fueron trasladados al mausoleo de la Plaza de Merced y está en el Cementerio Inglés.

Con el fusilamiento de Torrijos, en opinión de Esteban Alcántara que preside la Asociación que lleva su nombre, y presentó el acto, no solo se corta la vida y la liberad de los sublevados, sino también la del pueblo.

En el Cementerio de San Miguel, uno de los catalogado dentro de las obras monumentales (la capilla es obra de Rafael Mitjana, los retablos  e imaginería proceden del desamortizado convento de San Pedro de Alcántara…) reposa parte de la historia de Málaga con apellidos que contribuyeron al desarrollo político y social de la ciudad. Puede resumirse en los versos de un alcalde al quien se concedió enterramiento a perpetuidad: “La deuda que los mortales / contrajeron al nacer / pagó dejando de ser /  Pedro Alcántara Corrales”. Sic  transit gloria mundi

 

 

viernes, 20 de diciembre de 2024

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Juana de Avís (1439 - 1475)

 

 



20 de diciembre, viernes. Rompió moldes. Vino de Portugal y trajo a Castilla un aire nuevo. La reina llegaba como segunda esposa de Enrique IV que había roto su anterior matrimonio con su prima Blanca de Navarra alegando esterilidad de la reina. Luego la historia puso eso de estéril en otra puerta.

La reina era coqueta, femenina. Usaba perfumes y cremas. Solía perfumarse para asistir a cualquier acto y vestía de manera diferente a como lo hacían las tradicionales damas de la austera y encorsetada corte de Castilla inamovible durante siglos.

Nació en las cercanías de Lisboa. Hija póstuma de Eduardo I de Portugal y Leonor de Aragón el 20 de marzo de 1439 y murió en Madrid (la primera reina de España que muere en lo que entonces era una simple villa) el día 8 de junio de 1475 con solo 36 años. Fue muy original a la hora de programar su entierro. Pidió “ser enterrada en algún lugar hueco: que no llegue luego la tierra sobre mí”.

No fue una reina cualquiera. Toda su vida es un puro sobresalto. De niña vive en Medina del Campo, exiliada con su madre. Cuando vuelve a la corte su boda se celebra en el Alcázar de los Reyes Cristianos de Córdoba. Viajan a Madrid y Segovia, lugares predilectos del rey donde solía cazar.

Según el doctor Marañón en un estudio biológico del rey, afirma que en algunos momentos la impotencia y la esterilidad podrían salvarse. La reina acude a la medicina judía y se somete a una inseminación artificial con un artilugio de oro fabricado ex profeso. De ahí nace, la hija Juana. Parte de la Corte no la admite como hija del rey y la hacen hija de Beltrán de la Cueva. La apodan “la Beltraneja”.

El rey aparta a la reina de la sociedad de su tiempo y vive por Alejos, Buitrago, Trijueque… La reina queda embarazada de Pedro de Castilla, ayudante de cámara. Nacen mellizos. Se desmiente la esterilidad de Juana. La reina Juana muere solo seis meses después de la muerte de Enrique IV. La enterraron en el cenobio de San Francisco.

Castilla hervía en el preludio de una guerra civil entre partidarios de Juana y de Isabel, hermana del rey… Va a cambiar la Historia. Castilla y Aragón – ya nunca más van a estar separados - unidas, harán que nazca España. Está comenzando la Edad Moderna.

 

Bilbliografía:  

EDWARDS, J. (2004). Isabel la Católica : poder y fama.

FLOREZ DE SETIÉN, E. (1790) Memorias de las Reynas Catholicas, historia genealógica de la Casa Real de Castilla y León… Madrid

 

 

 

 

 

jueves, 19 de diciembre de 2024

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Nuestra rosa de cada día

 


Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. María de Molina

 

                           


                          María de Molina (ca.1264 - 1321)


19 de diciembre, jueves. Su nombre, María Alfonso de Meneses, hija de Alfonso de Molina y de su tercera esposa Mayor Alfonso de Menes. Nació en las cercanías de Valladalid sobre 1264 y murió, el primer día del mes de julio de 1321. Reinó en Castilla como reina consorte de Sancho IV durante once años. Posteriormente, fue regente en dos ocasiones. Con su hijo Fernando IV y con su nieto Alfonso XI

Los comienzos de su matrimonio fueron de una complejidad enorme. Acusados de consanguineidad su enlace con el rey Sancho IV, los hijos nacidos eran considerados ilegítimos y por consiguientes estaban imposibilitados para reinar. Era una mujer de una inteligencia y de una capacidad política tan extraordinaria que está considerada como de las Reinas más grandes de la Historia de España.

Del matrimonio con Sancho IV nacieron siete hijos. Las luchas internas entre ellos, interminables. Se desencadena una guerra – otra más - contra el reino de Granada. En la campaña, Juan el Tuerto, señor de Vizcaya puso cerco a Álora, pero no logró pasar de los arrabales del castillo. La guerra contra Granada fue un desastre total con derrotas y muertes de los más florido de los ejércitos de Castilla.

Al morir Sancho IV, Fernando IV, “el Emplazado” tenía 9 años. Tuvo un reinado muy difícil. Su reinado se inició con la regencia de María de Molina, debido a su condición de menor de edad. No obstante, fue una sucesión contestada debido a la falta de legitimidad del matrimonio de sus padres. Las luchas intestinas, interminables y contra Granada. Al final de su vida, parece ser, según la leyenda, que los hermanos ‘Carvajal’ -Juan y Pedro -acusados de un crimen que no habían cometido, fueron arrojados dentro de una jaula desde lo alto de la Peña de Martos. “Emplazaron” ante el Tribunal de Dios para que en el período de treinta días el Rey compareciese a rendir cuentas por la injusticia que se cometía. El rey murió en Jaén “, en el 7 de septiembre de 1312 sin que nadie le viese morir y dentro del tiempo señalado”. Le sucedió su hijo Alfonso XI, tenía un año, María de Molina, de nuevo Reina regente. Alfonso, en su reinado, puso la frontera de Castilla en Ardales, el murió de peste en Algeciras.

 

 

Bibliografía

E. Flórez, Memorias de los reynas católicas. II.   Madrid, Antonio Marín 1761

M. Galindo de Ballesteros, María de Molina, tres veces, reina Madrid, Espasa Calpe,1936

M.M de los Hoyos, “Doña María de Molina”, en Boletiín de la Institución  Fernán Gonzáles  1972

L.V. Días Martín, María de Molina, Valladolid, Caja de Ahorros Popular 1984

 

 

 

miércoles, 18 de diciembre de 2024

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Nuestra rosa de cada día

 


Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Constanza de Portugal

 


          Constanza de Portugal (1290 -1313). Esposa de Fernando IV "el Emplazado"


18 de diciembre, miércoles. Vino a Castilla por un pacto entre reinos. La cosa comenzó pronto. Ella tenía poco más de año y medio y él no había cumplido los seis. Intervinieron el rey Dionisio I de Portugal y Sancho IV de Castilla. El asunto casarla con el heredero, Fernando IV “el Emplazado”.

La reina Constanza nació en Portugal en 1290. Su madre, Isabel de Aragón, conocida como Santa Isabel, hermana de Jaime II. Murió en Sahagún con 23 años, el 18 de noviembre de 1313. Fue sepultada en el crucero del monasterio de San Benito el Real de Sahagún. El sepulcro fue destruido, no se sabe si en la Guerra de la Independencia cuando prendieron fuego al monasterio, o en la desamortización de Mendizábal. 

En 1295, María de Molina, reina viuda de Sancho IV y tutora de Fernando IV, acude a Ciudad Rodrigo para fijar la fecha de la boda que posteriormente ratificará el Tratado de Alcañices. La boda se celebró el 6 de diciembre de 1301 en Valladolid, en un frío ambiente cortesano lleno de intrigas. La representación portuguesa la ostentó Juan Alfonso de Alburquerque, duque de Barcelos.

La reina Constanza fue un enlace para mitigar las tensiones entre Aragón y Castilla. La documentación diplomática de la época la cita muy de pasada. Sus actuaciones están bajo la tutela de Diego García de Toledo, hábil político y de doña Vataza “que era mujer discreta y muy dotada para la actividad política”.

En el otoño de 1307 nace su hija, la infanta Leonor, luego reina de Aragón al casar con Alfonso IV. Su segundo hijo y heredero, Alfonso XI nació en Salamanca el 13 de agosto de 1311. Un año después, en septiembre de 1312 muere Fernando IV en Martos. El reino se sume en bandos. Luchan por controlar al joven rey. Muere la reina Constanza y la tutela pasa a su abuela, María de Molina.

La reina Constanza fue señora de Salamanca y Belorado y disfrutó de importantes rentas en Roa. Vivió un momento histórico de enorme complejidad. La política peninsular estuvo marcada por su padre, don Dionis y su tío Jaime II de Aragón. Ella fue capaz de sustraerse de los designios de ambos. Durante la minoría de edad de Alfonso XI, sin embargo, fue un juguete en las manos ambiciosas del infante don Juan, falto de escrúpulos que quería más su satisfacción personal que un proyecto político para Castilla.

 

Bibliografía:

ARCO Y GARAY, Ricardo del (1954). Sepulcros de la Casa Real de Castilla. Madrid. Instituto Jerónimo Zurita. CSIC

BENAVIDES, Antonio (1860) Memorias de Don Fernando IV de Castilla. Madrid

COLMEIRO  PENIDO, Manuel (1883) Cortes de los antiguos Reinos de León y de Castilla. Madrid

 

martes, 17 de diciembre de 2024

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Nuestra rosa de cada día

 


Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Vamos pastores, vamos...

 

 


                                                 Misterio. Belén de la Puebla del Río


 

                                  VAMOS PASTORES, VAMOS…

 

17 de diciembre, martes. Dicen que era de noche. En la comarca había unos pastores. Vigilaban el ganado por turnos, o sea que tenían ‘imaginarias’ (la tercera, siempre, la peor. Ya se sabe, el sueño, el cansancio, la hora…) pero aquí no dijeron en cual estaban solo que se apareció el Ángel del Señor y saludó. (Los Ángeles suelen ser gente que sabe comportarse)

- No tengáis miedo. Os traigo una buena noticia, nos ha nacido el Salvador. Les dijo.

Pienso en aquel o aquellos hombres sencillos, deslumbrados con la luz (porque los ángeles, como toda la gente de bien, irradian luz). Pienso, también, en los otros, que al igual dormían tapados con una zamarra para mitigar el frío de la noche, porque por las noches, a esas horas, suele hacer frío.

Les dijo que en Belén había nacido un niño. Cuando despareció un coro cantaban:  “Gloria a Dios en las alturas y en la tierra paz a los hombres de buena voluntad”. A mí cuando leo esto se me antojan  dos cosas: me gusta más los hombres de buena voluntad – aunque los otros, los de mala voluntad que generan hambre y guerras y dolor, son quienes más la necesitan – y que suplanta a “los que ama el Señor”. El Señor ama a todos, ¿o no es así?

Bueno, dicen, que ellos se pusieron en camino y encontraron – como les había dicho el Ángel al niño en un pesebre, envuelto en pañales…. y todo eso que sabemos.

Los franciscanos, frailes seguidores de san francisco de Asís, extendieron por todo el Orbe católico (desconozco si la costumbre también está por las otras comunidades cristianas) cuando llega este tiempo en torno al solsticio de invierno que ‘nace’’ el sol representar aquellos hechos. Les llaman: Belenes, Nacimientos, Pesebres…

En algunos pueblos eso lo convierten en arte. Yo acabo de ver uno en la Puebla del Río. Dos personas a las que he tenido el honor de conocer: Santi y Lola; Pilar… y muchos más de las que no sé sus nombres, han montado algo excepcional. Han recreado el mundo como ellos en su mente de artistas piensan que pudo ser aquella tierra en la que estaba asentada la tribu de Judá.

 No se han quedado conformes e incluso han ido un poco más allá y han puesto pinceladas señeras de cómo debía ser la tierra del cercano Egipto con agua en su río con falúas que navegaban, con gente que laboraban… No se han quedado ahí. Lo han traído también al lugar donde ellos viven y aparecen cigüeñas en la torre, casas primorosas, detalles únicos.

Me vine con la pena de quien se separa de algo único y de que tendré que esperar un año para ver otra recreación tan efímera como excelsa que solo  plasman la gente que lleva mucho y muy bueno dentro de sí.

domingo, 15 de diciembre de 2024

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Nuestra rosa de cada día

 


Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. La huella de Adrián Risueño

 

                San Franciscos de Así. Parroquia de la Encarnación. Alora

 

15 de diciembre, domingo. San Francisco de Asís es uno de los santos más venerados de la Iglesia Católica. Nació en Asís en el siglo XIII. La influencia de su doctrina ha sido tan enorme que su carisma no ha perdido un ápice.

Fundó la Orden Franciscana y sus seguidores aceptan los votos de Obediencia, Pobreza y Castidad. A diferencia de otras órdenes religiosas – ellos viven de la limosna y se encuadran en los frailes conocidos como ‘mendicantes’- sí pueden cambiar, a lo largo de su vida, de convento.

Imágenes de San Francisco han sido talladas por imagineros de enorme prestigio y no hay templo que se precie que no cuente con alguna de más o menos calidad – me refiero, obviamente a la talla y no al grado veneración que es sumo. La Orden ha tenido diferentes reformas a lo largo de los años. La Orden ha experimentado reformas. Podríamos señalar a los Conventuales, Recoletos, Capuchinos... Son diferentes maneras de asumir los mandatos de la Orden, pero siempre dentro de las reglas primigenias.

En Álora tenemos tres tallas del ‘Poverello’. Una, en el Santuario de Flores donde se asentaron los Franciscanos Recoletos desde 1592 hasta 1835 que fueron desamortizados por Mendizábal; una segunda, en el retablo del Altar Mayor de la parroquia. No es la original y está hecha en los talleres de Horche, en Guadalajara.

La de mayor calidad recibe veneración y culto en la Encarnación. Es una talla, hoy muy deteriorada, que precisa restauración, obra de Adrián Risueño. Representa a san Francisco en estado de oración ante un crucifijo. La expresividad de su cara girada hacia el lado izquierdo contrasta con la figura erguida y en actitud de entrega hacia el Crucifijo.

Adrián Risueño nació en Málaga en 1896 y falleció en 1966. Desde muy pequeño mostró su vocación de escultor. Inició su formación en la Escuela de Bellas Artes Málaga. Posteriormente fue becado durante la alcaldía de don José Gálvez Ginachero para completar sus estudios en Madrid. Curiosamente, Risueño hizo el busto del ilustre malagueño que hoy está junto a la puerta de las Cadenas de la Catedral de Málaga.

Es autor, entre otras, de la Fuente de las Gitanillas que ocupan el centro de la Plaza de Manuel Alcántara y forma una glorieta de giro para vehículos en un lugar muy señero; del busto de don Juan Temboury a la entrada de la Alcazaba; de una diosa Ceres y otra figura mitológica que orlaban el parque frontal del teatro romano, del diseño y talla del trono de la Esperanza… Álora, también, aparece en el catálogo de sus obras. 

Nota de rectificación. Me dice José Carlos Torres (entrecomillo y cito textualmente) que la imagen de san Francisco de Asís que existe en el retablo de la Encarnación: "no es una obra salida de los talleres de Horche, sino que fue una obra realizada en la escuela taller que realizó dicho retablo y cuyo modelado responde a la figura de Raúl Trillo Díaz, escultor / imaginero de Málaga".   Yo tenía la información por otra vía. Pienso que es de justicia dar a "Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César. Muchas gracias, José Carlos.