miércoles, 4 de julio de 2018

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Patrimonio



Tenemos tanto que asombra. Cada día salen noticias que informan de algo nuevo y, además, bueno. Acaban de recuperar el Pórtico de la Gloria en Santiago donde dicen que ‘la lluvia es arte’, Medina Azahara patrimonio de la Humanidad, en una calle cualquiera de Sevilla aparecen restos del palacio del rey poeta, Almutamid, o recuperan una porción de ángeles de la Roldana tirados,  al parecer, porque hacían limpieza…

Hace unos años me las andaba por San Antonio, Texas. Nos enseñaban los retos del fuerte del Álamo, el que conocemos más por la película y por el solo de trompeta que por la lucha entre mejicanos y yanquis con el general Santana - Santa Anna- por medio. En un momento la persona que nos explicaba aquello – por cierto, cualquier pueblo perdido en medio de España tiene un par de monumentos que le sacan palmos de diferencia – dijo como algo novedoso y “en su conservación intervienen las damas de la República”… Ahí queda eso, digo yo.

Ahora cuando se ha abierto para su contemplación el Pórtico del Maestro Mateo uno piensa en todo el románico que hay perdido – y digo perdido en el sentido de ignorado y desconocido  – en tierras de Castilla: Palencia, Frómista, Carrión de los Condes, Aguilar de Campoo… Y suma y sigue, y no se termina porque sigue por Burgos, o por Cantabria o cruza el Ebro y se sube a los Pirineos…

Almutamid escribió versos. Otro poeta, Abderramán dejó un palacio rodeado de almendros para que su favorita tuviese la blancura de la nieve en la floración en competencia con su Sierra Nevada. Otros cultivaron rosas – “Ay, mi rosa de la Alhambra”… y cantaba Miguel de Molina , “haré lo que tú me pidas con tal de que seas mía”.

Roma dejó quintas y mosaicos… Un volteo por Carmona, por Casariche  - ¿no han visto el que muestra el Juicio de Paris? La tardanza es lo malo. Háganme caso – Italica está a pedir de mano conforme se pasa Camas, en Santiponce,  y suma y sigue…

Ah, y si les queda tiempo – ahora los días son muy largos y dan para mucho – el castillo de las Torres, en Álora. Tres períodos: emirato, califal y taifas, tres  en un uno, como el aceite pero en arte. Restos fenicios y de la Iluro romana. Para distinguir tanto hay que ser muy experto. Y un Arco, único en Occidente,  Monumento Nacional desde 1931…




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