viernes, 13 de julio de 2018

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Otra cosa.



Estoy hecho un lío. No sé si Francia es muy bonita - que lo es -, o si la belleza es fruto de una realización perfecta. ¿Serán las dos cosas a la vez?

 El Tour de Francia, además de un espectáculo deportivo, es algo más. Es otra cosa. La Televisión francesa ofrece una realización que raya en la perfección.  Dan imágenes de la cabeza de carrera, de los perseguidores, del pelotón o de quien cierra. Todo con una agilidad asombrosa. No cansa;  motivan.

En la parte inferior izquierda de la pantalla un letrerito en amarillo –  el color que más se ve – informa del castillo, del lago, del embalse, del río, de la iglesia Santa María, San Martín…, de los pueblos con sus tejados de pizarras grises y  pináculos de monumentos – casi siempre religiosos – más sobresalientes. Y luego algunos, por estos lares, nos quieren vender un laicismo iconoclasta.

Todo está limpio. Impolutas las cunetas. No hace mucho pasó por allí la máquina desbrozadora. No hay yerbajos, ni latas, ni cartones, ni bolsas de plástico. Los únicos que lanzan objetos son los ciclistas cuando dejan de alimentarse o de hidratarse.

Setos recortados,  recién peinados, hortensias en flor. Parece que esperan la visita de la suegra. Precioso. Esto no es flor de un día. Es una cultura que no se vende en la botica. O sea, se mama, desde chiquititos, en la casa.

Las imágenes de la Bretaña - por donde ha pasado  - es un mosaico del ‘bocage’. Setos en las lindes. Propiedades irregulares. Ni grandes, ni muy pequeñas, medianas.  Puestos por la mano del hombre o reductos de un bosque que en otro tiempo cubrió toda la región. Maizales, cereal de ciclo corto y de regadío. Campos recién segados… Animales en los prados. Gente, mucha gente en todos sitios.

El canal de Nantes a Brest, un surco de vida entre árboles frondosos.  Pienso en la ocasión perdida en España con el abandono del canal del San Clemente en la Sagra granadina o en el Canal de Castilla con Frómista a tiro de mirada.

La abadía de Nuestra Señora del Buen Reposo es una ruina. Se fundó en el siglo XII. Las voces de Pedro Delgado y Carlos de Andrés – se complementan  -  saben de qué hablan y hablan de lo que saben… y, además, informan que recaudan fondos para reconstruirla… ¡Qué envidia! El Tour es otra cosa.




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