En el
principio, Dios creó el cielo y la tierra… Y cada mañana, Dios bajaba y, a su
manera, hablaba…
La verdad
que no fue así, aunque pudo serlo… ¿o no?
Yo admiro,
contemplo, sueño…
Gracias,
Señor, por tanto.
(Extracto de
Las rosas del jardín de Dios. Inédito)
No hay comentarios:
Publicar un comentario