Río Potomac (Estados Unidos)
1 de febrero, sábado. Es un río de
aquellas tierras, como suele pasar también con otras cosas, hecho a lo grande.
Corre por el centro de los Estados Unidos de América de Norte y lleva sus aguas
al Atlántico. Contaminado por el hombre y, a ahora, en las primeras páginas de
los periódicos por el triste accidente aéreo de hace unos días.
El Potomac tiene su curso por tierras de:
Virginia, donde nace, Maryland, Washington D.C. Pensilvania y Distrito de
Columbia. Desemboca en la bahía de Chesapeake, en el Océano Atlántico. En esta
bahía se llevó a cabo una batalla entre tropas francesas e inglesas en la
Guerra de Independencia de Estados Unidos.
La cuenca hidráulica, enorme. Su extensión
supera los doscientos cincuenta mil kilómetros y más de seiscientos de largo. A través de la
historia fue un punto de referencia en el desarrollo político y económico de
los Estados Unidos, no solo por encontrarse cerca de la capital, sino también,
por servir de frontera natural y como vía de navegación.
Es hermoso, con paisajes
bellísimos a ambas orillas. Sin embargo, en el pasado, estaba
muy contaminado y era insalubre. Le da vida y personalidad a Washington DC. Pasa
por el centro de la ciudad y sus aguas pasan muy cerca de las Casa Blanca y del
Capitolio. Uno de los lugares donde se
rigen los destinos del mundo.
Durante los
meses de invierno se torna intransitable para la navegación debido a las bajas
temperatura, entre 10 grados y -2º. Se hiela en algunos tramos y una persona
que cayese en él no podría aguantar mucho tiempo con vida.
Debe su nombre
a las tribus nativas que estaban asentadas a ambos lados. De hecho, le dan un
significado en la traducción de su nombre como de “algo traído”. También
fue famoso porque después de asesinar al presidente Lincoln en abril de 1865,
John Wilkes Boot intentó escapar cruzándolo en barco. Debido a las malas
condiciones de navegación, desembarcó río abajo, en Blossom Point, Maryland.
Estos días, aparece
en todos los medios de comunicación cuando informan de la tragedia de un
accidente entre un avión comercial que realizaba su ruta y estaba a punto de
aterrizar y un helicóptero militar que al parecer no actuó correctamente.
A todo eso se
une la limitación humana – según informan el número de controladores aéreos no
era el apropiado - para una zona con cuatro grandes aeropuertos y otros más
pequeños que llegan a sumar hasta diecisiete. Además, se le unen unas
declaraciones desafortunadísimas de su recién elegido presidente. En fin, las
tragedias no vienen solas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario