sábado, 1 de febrero de 2025

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Potomac, tristemente famoso

 


             Río Potomac (Estados Unidos)


1 de febrero, sábado. Es un río de aquellas tierras, como suele pasar también con otras cosas, hecho a lo grande. Corre por el centro de los Estados Unidos de América de Norte y lleva sus aguas al Atlántico. Contaminado por el hombre y, a ahora, en las primeras páginas de los periódicos por el triste accidente aéreo de hace unos días.

El Potomac tiene su curso por tierras de: Virginia, donde nace, Maryland, Washington D.C. Pensilvania y Distrito de Columbia. Desemboca en la bahía de Chesapeake, en el Océano Atlántico. En esta bahía se llevó a cabo una batalla entre tropas francesas e inglesas en la Guerra de Independencia de Estados Unidos.

La cuenca hidráulica, enorme. Su extensión supera los doscientos cincuenta mil kilómetros y más de seiscientos de largo.  A través de la historia fue un punto de referencia en el desarrollo político y económico de los Estados Unidos, no solo por encontrarse cerca de la capital, sino también, por servir de frontera natural y como vía de navegación.

Es hermoso, con paisajes bellísimos a ambas orillas. Sin embargo, en el pasado, estaba muy contaminado y era insalubre. Le da vida y personalidad a Washington DC. Pasa por el centro de la ciudad y sus aguas pasan muy cerca de las Casa Blanca y del Capitolio.  Uno de los lugares donde se rigen los destinos del mundo.

Durante los meses de invierno se torna intransitable para la navegación debido a las bajas temperatura, entre 10 grados y -2º. Se hiela en algunos tramos y una persona que cayese en él no podría aguantar mucho tiempo con vida.

Debe su nombre a las tribus nativas que estaban asentadas a ambos lados. De hecho, le dan un significado en la traducción de su nombre como de “algo traído”. También fue famoso porque después de asesinar al presidente Lincoln en abril de 1865, John Wilkes Boot intentó escapar cruzándolo en barco. Debido a las malas condiciones de navegación, desembarcó río abajo, en Blossom Point, Maryland.

Estos días, aparece en todos los medios de comunicación cuando informan de la tragedia de un accidente entre un avión comercial que realizaba su ruta y estaba a punto de aterrizar y un helicóptero militar que al parecer no actuó correctamente.

A todo eso se une la limitación humana – según informan el número de controladores aéreos no era el apropiado - para una zona con cuatro grandes aeropuertos y otros más pequeños que llegan a sumar hasta diecisiete. Además, se le unen unas declaraciones desafortunadísimas de su recién elegido presidente. En fin, las tragedias no vienen solas.

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