23 de abril, martes. El
hombre de los primeros tiempos vivió como pudo y superó toda clase de
penalidades para ir quemando etapas. Cuando estudiábamos la Prehistoria, nos dicen
que vivieron en palafitos, en abrigos y en cuevas, donde dejaron sus huellas.
Muchos años después comenzaron a dejar testimonios escritos. Entraban en la
Historia…
Los primeros testimonios
escritos se pueden remontar a tres o cuatro mil años a. C. La tierra de
Mesopotamia entre los ríos Tigris
Éufrates, en Egipto, el Nilo con sus papiros y en China hablan de la
manera que tuvo el hombre de comunicarse ya no solo de palabra sino por
escrito.
Los sumerios habitan al sur de
Mesopotamia. Sumerios y Acadios. Nínive al norte, guerrero (parecen que no han
olvidado las raíces) y Babilonia al sur (la de los jardines colgantes). Estaban
a más de mil seiscientos kilómetros de Egipto. Allí apareció en Código de
Amurabí. El primer código de leyes escritas…
Hay quien opina que el Poema de
Gilgamesh, personaje lejendario de la mitología sumeria, en once tablillas de
barro antes del 2000 a. C, en escritura cuneiforme puede ser el primer
documento. Da igual. Quiero resaltar que no hace tanto tiempo…
Rota la barrera, las técnicas
avanzaron y pasaron por diferentes soportes; papiros, cueros, pergaminos y
¡llegó el papel! En China. Se fabricaba con residuos de tela, bambú, cáñamo,
seda, arroz o algodón. Un tiempo después en el siglo II lo perfeccionó un
cortesano Ts’ain. ¿A que no conocen que
en ningún pueblo le hayan puesto su nombre a una calle?
Hacia 1440 Juan de Gutenber,
crea la imprenta con caracteres móviles. No se sabe con exactitud cuando se
iniciaron los trabajos de impresión en las
planchas fijas que tenían un solo uso. Ya no solo se abarataban los costes
porque no era necesario la destrucción de la plancha sino la reubicación de lo
caracteres. Era el fin de los monjes amanuenses copiando pergaminos.
La imprenta desde del siglo XV
hasta hoy -aparecen ahora las nuevas tecnologías digitales- ha sido el pilar
sostenedor de la cultura. No concebimos la vida si libros. Eso de abrir un
libro y percibir su olor tiene su precio en oro.
Hoy, san Jorge, recordamos a
grandes escritores. Cervantes, Shakespeare, Garcilaso o mi admirado José Pla
(coincidencia de sus muertes). El primer Quijote lo compré a Sebastián, Imprenta
Lería, 16 pesetas, editorial Austral… Este mes ‘han entrado’ cuatro libros a mi
casa: Con la gente y en los lugares de Málaga. Ediciones del Genal; Arroz
y tartana. Blasco Ibáñez, Alianza Editorial; Carlos Eire, Miami y mis
mil muertes, Free Press, y Nieve
en la Habana, Vintage Español… Libros. 23 de abril, San Jorge, ¡ah! y una
rosa, muchas rosas. Todas las rosas.
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