martes, 23 de abril de 2024

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Libros

 

 

                                  


 

23 de abril, martes. El hombre de los primeros tiempos vivió como pudo y superó toda clase de penalidades para ir quemando etapas. Cuando estudiábamos la Prehistoria, nos dicen que vivieron en palafitos, en abrigos y en cuevas, donde dejaron sus huellas. Muchos años después comenzaron a dejar testimonios escritos. Entraban en la Historia…

Los primeros testimonios escritos se pueden remontar a tres o cuatro mil años a. C. La tierra de Mesopotamia entre los ríos Tigris  Éufrates, en Egipto, el Nilo con sus papiros y en China hablan de la manera que tuvo el hombre de comunicarse ya no solo de palabra sino por escrito.

Los sumerios habitan al sur de Mesopotamia. Sumerios y Acadios. Nínive al norte, guerrero (parecen que no han olvidado las raíces) y Babilonia al sur (la de los jardines colgantes). Estaban a más de mil seiscientos kilómetros de Egipto. Allí apareció en Código de Amurabí. El primer código de leyes escritas…

Hay quien opina que el Poema de Gilgamesh, personaje lejendario de la mitología sumeria, en once tablillas de barro antes del 2000 a. C, en escritura cuneiforme puede ser el primer documento. Da igual. Quiero resaltar que no hace tanto tiempo…

Rota la barrera, las técnicas avanzaron y pasaron por diferentes soportes; papiros, cueros, pergaminos y ¡llegó el papel! En China. Se fabricaba con residuos de tela, bambú, cáñamo, seda, arroz o algodón. Un tiempo después en el siglo II lo perfeccionó un cortesano  Ts’ain. ¿A que no conocen que en ningún pueblo le hayan puesto su nombre a una calle?

Hacia 1440 Juan de Gutenber, crea la imprenta con caracteres móviles. No se sabe con exactitud cuando se iniciaron los trabajos de impresión  en las planchas fijas que tenían un solo uso. Ya no solo se abarataban los costes porque no era necesario la destrucción de la plancha sino la reubicación de lo caracteres. Era el fin de los monjes amanuenses copiando pergaminos.

La imprenta desde del siglo XV hasta hoy -aparecen ahora las nuevas tecnologías digitales- ha sido el pilar sostenedor de la cultura. No concebimos la vida si libros. Eso de abrir un libro y percibir su olor tiene su precio en oro.

Hoy, san Jorge, recordamos a grandes escritores. Cervantes, Shakespeare, Garcilaso o mi admirado José Pla (coincidencia de sus muertes). El primer Quijote lo compré a Sebastián, Imprenta Lería, 16 pesetas, editorial Austral… Este mes ‘han entrado’ cuatro libros a mi casa: Con la gente y en los lugares de Málaga. Ediciones del Genal; Arroz y tartana. Blasco Ibáñez, Alianza Editorial; Carlos Eire, Miami y mis mil muertes,  Free Press, y Nieve en la Habana, Vintage Español… Libros. 23 de abril, San Jorge, ¡ah! y una rosa, muchas rosas. Todas las rosas.

 

 

 

 

 

 

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