Monasterio de Yuste. Cuacos
Leo en La Crónica de Badajoz: la Junta de Extremadura ofrece a Greta Thunberg, la activista sueca, un coche eléctrico para
su desplazamiento de Lisboa a Madrid. El
Periódico de Extremadura y Hoy, también
se hacen eco de la noticia. No es para menos. Extremadura, con esa
decisión, acaba de poner fin a problemas de siglos. (El tren y esas cosas… ¡ya
se sabe!)
Dehesa de Extremadura
No contamina. La muchacha de
mirada extraña viene en un catamarán por el Atlántico y llegará a Madrid, a tiempo, para asistir a la
Cumbre del Cambio Climático. Eso está
bien. Está, aún, mejor la manera de justificarlo. “Observar la dehesa
extremeña, el mejor exponente de ecosistema de lucha contra el cambio
climático”. Se financiará, dicen, con fondos privados. (¿No venden algunos que
lo privado es malo y lo público lo bueno?)
Trashumancia en La Vera
Me vienen a la mente los versos
de Gabriel y Galán – el poeta que escribía en ‘castúo’ – cuando hablaba del
Vaquerillo. Sí, aquel rapaz que cuidaba vacas,
dormía en el monte, y, sin él saberlo, denunciaba injusticias a voleo… Noches de
lobos, aire que movía las ramas, cárabos, horrendas tarántulas, conciencias… ¡ay, Dios mío ¿dónde están
algunas conciencias?!
La Fragosa. Las Hurdes
La niña sueca desde el coche
eléctrico no va a poder conocer la tierra hurdana – la ‘tierra sin tierra’ –
con casas de piedras y tejados de pizarra, ni Caminomorisco, Riomalo de Abajo, Ladrillar,
Nuñomoral, Pinofranquedado, La Fragosa - ¿‘oiga, amigo, para ir a Casar de las
Hurdes…?’, ‘aquí, los caminos, dijo la respuesta, los hacemos para nosotros y
las bestias’- Casar de Palomero…
Río Ibor
No va a descubrir los Ibores: Castañar, Bohonal,
Fresnedoso, ni en Navalvillar degustar un par de huevos fritos con chorizo (si es que come esas cosas)… con vino de
pitarra y si, por Las Villuercas, va a Trujillo, saborear el vino de Cañamero. En Guadalupe está la Virgen Morena…
Sierra de Gata
No va a tener tiempo de
perderse por el Campo de Arañuelo, ni por la Sierra de Gata, o darle la vuelta
a Gredos bebiéndose, sorbo a sorbo, La Vera, ni sabrá de las confluencias del
Valle del Jerte y del Ambroz, en Plasencia, ni del Puerto de Honduras, ni de
Tornavacas, ni de la Siberia extremeña, ni del queso del Casar, ni de las Vegas
del Guadiana…
Ya ven, eso del coche eléctrico
está muy bien, pero le puede saber a poco, a muy poco…
PD.
Las fotos pertenecen a diferentes autores que por desconocer sus nombres no
aparecen en este artículo. Mi agradecimiento
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