miércoles, 6 de noviembre de 2019

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Ecumenismo





Yo estaba allí. Fue el primero de noviembre. Festividad de Todos los Santos. Fue por casualidad, lo de la Fiesta no; lo otro. No sabía lo que venía después de un concierto que daba, en la parroquia de la Encarnación, una coral de Newcastle. Pasaba unos días de vacaciones en Álora. El concierto, por lo demás, muy bueno: afinación, delicadeza, gusto exquisito.

Cuando finalizó, una señora, pastora anglicana, que es miembro de la coral, se puso la estola, subió al altar y concelebró con el párroco de Álora. ¡La que se ha liado! Al cura le han dicho de todo. Hierven los ultras en las redes sociales.
Yo tenía entendido que ecumenismo es un acercamiento entre todas las iglesias cristianas. Estaba equivocado. Probablemente también lo estuvo Jesús cuando dijo aquello de  para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti”. Más o menos. 

Tildan el acto de escándalo; al cura, de sacrílego. La verdad, asistí junto a dos personas con formación universitaria – vamos que saben llamar al pan, pan y al vino, vino – y ninguno de los tres, porque lo he consultado, después, para cerciorarme, vimos nada de profanación, falta de respeto, blasfemia, irreverencia…

El cura siguió el ritual litúrgico católico. No noté nada diferente que se saliese de lo que se ve en cada celebración. La ‘concelebrante’ en ningún momento se dirigió a la Asamblea en términos litúrgicos. Sí distribuyó la comunión. Las lecturas se hicieron en español y un traductor, en inglés para los pocos anglicanos – el grueso de la coral abandonó el templo al finalizar el concierto – que permanecía allí.

Los ultras pretridentinos proclaman que el Canon – algo que ponemos los hombres, claro – dice que se pueden hacer actos de no sé qué tipo, pero  no una celebración eucarística… Me pregunto ¿tan difícil de cambiar el ‘canon’ y adaptarlo a los tiempos?

A mí me viene a la mente que Judas (que yo sepa no era anglicano)  estuvo en la Última Cena, por ejemplo. El  Papa ha hablado de pastores que huelen a ovejas, pero eso a los encerrados en los despachos y encorsetados en los cánones… pues como que no va con ellos. Y yo que creía que Trento quedaba muy lejos… ¡Qué iluso!

Mucha gente ha echado por otros caminos. Cada día,  seguimiento multitudinario de las procesiones, por ejemplo; los templos, más vacíos… “Entre Dios y yo no necesito ningún puente” Lo dijo Unamuno. Visto lo visto.  ¿Llevaría razón don Miguel?


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