“Siempre nos quedará París”.
Más o menos. No hay unanimidad en la traducción. Aeropuerto de Casablanca. Un
bimotor arranca en medio de la niebla.
Rick Blaine, el del café de Rick, el de ‘As time goes by’ (“Tócala otra vez,
Sam”. Tampoco hay unanimidad en la traducción) se la vuelve a jugar a Victor
Lazlo, Ils Lund, al Prefecto de Policía… ¿Siempre nos quedará París?
Tarde de verano. Bois de
Boulogne. Se escucha el silencio. Cantan los pájaros. Picotea una urraca,
desconfiada, pero acostumbrada a los que tienden un mantel sobre el césped y
dejan un poco más allá los zapatos. Se necesita un refresco en los pies… Un
bocadillo; se reponen fuerzas… ¿Siempre nos quedará Paris?
Llueve. Es mediodía arriba. Un
chubasquero barato comprado en un puesto callejero permite que la lluvia que
refresca, gotee y resbale. No anda la
cola. Notre Dame, colapsada. Admiten visitas escalonadas. Por el Sena sube un barquito
de turistas. La gente se asoma a la barandilla a pesar de la lluvia fina.
¿Siempre nos quedará Paris?
Barrio Latino, bulevar de Saint
Germanin des-Prés. Café les Deux Magots. Un grupo sudamericano canta al Che…
“Vienes quemando la brisa / con soles de primavera”… Estos nunca supieron lo
que fue Sierra Maestra ni lo que supuso la revolución… Fuera, - casi madrugada – un mendigo se calienta con el
vaho que sale del respiradero del metro…
¿Siempre nos quedará París?
Mercado de Rungis. Hace frío.
Mucho frío. Nieve en la calle. El cielo entoldado; hoy tampoco habrá sol. Un hombre mayor, muy mayor, se entera que soy
de Málaga, se acerca, viene con la timidez de quien quiere pedir algo y no se
atreve. Saca una cartera ajada. Extrae la foto de una mujer. La foto está
raída, deteriorada… ¿Sabe? Me vine cuando… Es mi mujer, ¿por un casual, usted
no la habrá visto por Málaga…? Le digo que vuelva. Me dice que no… ¿Siempre nos
quedará Paris?
El Tour daba sus últimas
vueltas. Campos Elíseos. Este año, como novedad, entran al interior de los
patios del Louvre. La televisión nos
enseña otras imágenes de siempre. El Tour es inevitablemente maravilloso igual
cada año… El pelotón aprieta, sube, baja, da la vuelta. Arco del Triunfo, Plaza
de la Estrella, ahora Charles De Gaulle… ¿Siempre nos quedará París?
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