Botticelli, nació en Florencia, mediación del XV. Murió, en 1510. Alessandro di Mariano di
Vanni Filipepi, su nombre. Fue uno de los máximos exponentes de la pintura del Quattrocento
italiano cuando la capital toscana tiene la llave del arte en la Italia de
aquel tiempo.
Botticelli fue un hombre raro. Su infancia gozó de cierta
comodidad económica – lo crió su hermano –. No se casó nunca; tenía aversión al
matrimonio. En su juventud corre los
desvaríos religiosos de la mano del fraile Savonarola. Sin embargo, la caída del líder religioso, no supuso
ninguna represión contra su obra.
Botticelli siempre tuvo la mano protectora de los
Médicis. Lleva, por primera, vez el
desnudo al interior de las iglesias. En aquel tiempo, toda una revolución
pictórica, El nacimiento de Venus, es un volver al mundo clásico y una manera
de presentar el desnudo femenino hasta entonces, totalmente tabú.
En el cuadro juega con la colocación de las figuras. Encara
el desnudo y lo mitológico fuera de los tapujos del ámbito y encorsetamiento
religioso que pudiese justificarlo. Idealiza el amor personificado en Venus
celeste y terrenal, o sea el amor espiritual y el amor terrenal.
Una figura de mujer emerge de una concha marina. Tiene la
mirada perdida, sus cabellos un ligero movimiento ‘como en espera de una mano
que los mesen’, los hombros ligeramente caídos y el brazo izquierdo alarga
la mano portadora de un trozo de su trenza para cubrir las partes púdicas en el
cuero de mujer.
La mano derecha oculta uno de los senos; deja, el otro, al
descubierto. Las piernas en semimovimiento dan sensación de voluptuosidad
a la obra que aparece como algo que surge desde el abismo para deleite y gozo
de quien la contempla. Boca y barbilla proporcionada. En su vientre el ombligo
a juego y perfectamente delimitado. Sus caderas alargan el
movimiento iniciado en los muslos. Otras figuras de la mitología entran en la
composición de la obra.
Según Vasari Botticelli creó el tipo ‘florentino’ de mujer.
Tuvo relación con Simoneta Vespucci que
aparece en varias de sus obras. Me pregunto, si Botticelli hubiese conocido el arte
seductivo de la mujer sevillana, los ojos de la cordobesa, el embrujo de la granadina
o el salero de la malagueña… ¿la Venus del cuadro sería la misma?
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