Cristo de la Buena Muerte (Palma Burgos - Pedro de Mena)
Corren tiempos de pasión. Sudan
los pregoneros. Jesús en Getsemaní, dice el Evangelio, que sudó sangre; ellos,
no, pero casi. Miedo a la puesta en escena. Todo cambia; nada es igual cuando,
ante el atril, ven de frente al público expectante.
El pregonero está solo.
Tremendamente solo. Puede que esté ante su minuto de gloria pero y ¿si no
llega?
Están los templos, los teatros,
los cines, los salones amplios dispuestos a acoger ese mensaje que viene de la
mano de un pregón. Luego, indefectiblemente, cada... Todos llevamos por dentro
un pregón, el nuestro. Ese que habríamos dicho si nos hubiesen invitado a
hacerlo.
Habrá quien nos dé la pincelada
poética. Llegan al alma. Esa que marca
por dentro y que, por fuera, la revestimos de incienso, o de música que eleva y sublima. Habrá, quien después de
muchos días de trabajo, de sueños, de anhelos, en el último instante se
acordará de aquello que… Habrá quien nos diga todo lo que él sabe, y quien se
lamentará porque le supo a poco el tiempo…
Ya está todo dicho. Han cerrado
el último folio. Y por nuestra mentes pasa que
al Cristo de la Misericordia le hemos pedido que no nos deje de su mano; al
del Perdón, que no nos lo tenga todo en cuenta; al Nazareno, ayuda para llevar la cruz de cada
día; al de la Buena Muerte, de quien el
maestro Alcántara dijo que, cuando dio las tres voces, lo escucharon en Santo
Domingo, en las tinieblas y el la Legión, le pediremos ayuda para el tránsito y
para el final porque lo importante no es el camino y la llegadas sino lo que
viene después…
A la Virgen de los Dolores – lleva su propio dolor, y el nuestro,
el acumulado durante el año – la caricia
de Madre buena…
Dentro de un puñado de días. Los
pueblos se visten de Jerusalén. Jesús, sobre una borriquilla, se echa a la
calle. ¡Bendito el que viene…! Se pone en marcha la cantera de la Semana Santa.
Y luego, ese tiempo que llaman
de Gloria porque al tercer día… Ya sabe. Bien contados, desde la tarde del
Viernes Santo hasta la mañana del Domingo de Resurrección no van tres días, que
no, que no… “¡Anochece. Quédate con nosotros…!” Gracias, pregoneros. Con vosotros hemos revivido
eso que cada año es maravillosamente igual y distinto…
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