martes, 3 de septiembre de 2013

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Aire

                                            AIRE


Según venga, sea o traiga de mala leche lo llamamos brisa, viento o aire… Para  los poetas la  brisa  remueve lo que va por dentro y hace que destile el alma; en la era se lamentaban: ‘se ha echado el aire’, y no hay marea; el viento es otra cosa y, si viene con agua, más. Si se arranca un aire revuelto anuncia que viene algo que no es bueno.

Rosalía trataba con dulzura a aquellos aires de su tierra. Los llamaba ‘airiños’ y les pedía con insistencia, de modo machacón, por si estaban distraídos y no se enteraban de la cosa: “airiños, airiños aires, airiños, da miña terra; airiños, airiños aires, airiños, levaime a ela” No sé si le hicieron caso pero hay que ser muy duro para resistirse a una petición como esa.

De otro aire hablaba Miguel de Molina: ‘ay, con el aire que tú llevabas…’ y eso que no te conoció con tu falda estampada y tu blusa blanca con el pecherín bordado…¡Ay, don Miguel!, uno de los dos genios que Málaga tiene la obligación de dar cada siglo y luego les paga como les paga…

Tampoco supieron Rafael de Penagos y Mikis Theodorakis en que “viento llegó este querer…”y tuvo que ser la voz de Gloria Lasso la que inmortalizó tanta belleza y, unos años después, José Luis Garci se la llevó como remate genial para su “Asignatura pendiente”…

Vicente Aleixandre lo vio  “sin memoria, inmortal”.Esta tarde corría por las esquinas entre Peso de la Harina  y Alonso de Palencia. Un hombre vendía chumbos. “Ocho por un euro, oiga, ocho por un euro y fresquitos como el aire que viene de la mar…”


De la mar, de la mar del sur venía la brisa. Acariciaba y se dejaba querer: espumas de olas, arrullo de caracolas… ¡Qué sé yo! Era brisa y venía de la mar. De la mar azul que levantaba pañolitos blancos para decir adiós a los barcos que se iban, por el horizonte, en busca de otros mares. 

2 comentarios:

  1. Precisamente ese reclamo de "Airiños, airiños aires, se repiten en el corazón de muchas personas que un día tuvieron que viajar lejos de sus raíces. Y si, es posible que al final sus voces, por repetidas y cansinas hallan sido oídas. Y por la mar se marcharon y quizás por el aire regresen. Un escrito lleno de buenos alos. Gracias por compartirlo y hacer que llegue una tenue brisa marinera.

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  2. Puesto que citas el aire de muchos, yo me quedo con el genial sevillano cuando decía: “los suspiros son aire a van al aire..”. Pero si esto es verdad Pepe, y creo que si lo es, nuestro aíre de ahora está preñado de tristeza, de desesperanza, de incertidumbres, de miedos... Con este aire a nuestro alrededor, borrascoso preveo, amigo mio, el tiempo inmediato.

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