Dice el diccionario que puente es la construcción que se
hace sobre un río para poder pasarlo… Dice el pueblo llano que un puente es la
solución a la necesidad de pasar de una a otra orilla. Podemos poner más,
muchas definiciones. No hacen falta.
Hoy ha hecho un año en que en aquella mañana a Dios parece
que se le fue la mano. Llovió. Llovió más de la cuenta y el río no tuvo
capacidad para desaguar todo lo que venía por su cauce. Ni él pudo, ni los que
tenían que ayudarle lo habían hecho. Cosas que pasan y heridas abiertas que son
muy difíciles cerrarlas después.
Gestiones, palabras, promesas, incumplimientos, miradas para
otro lado, hipocresías… No es momento de poner nombres y apellidos. Las otras
tardes, un grupo de personas con más voluntad que capacidad se echaron a la
carretera. Pedían la reposición del puente. Como respuesta les mandaron a la Guardia Civil y a la Policía Local … “porque la
manifestación no estaba autorizada”
¡Gran problema, si señor! El trámite del papel porque no había
llegado a tiempo… la petición. Delante toda la Corporación , junto a la Asociación de Vecinos,
que convocaba. Detrás el pueblo de a pie, a pie. Pide un paso. Sólo un paso. Ni
artístico, ni caro, ni sofisticado. Sólo uno que acerque una orilla a la otra.
A los puentes echó siempre mano la literatura: “paso ríos
paso puentes / siempre te encuentro lavando / con el agua te diviertes / y a mi
me estas olvidando”… Don Antonio Machado vió como: “Bajo los ojos del puente /
pasaba el agua sombría (…); para Juan Ramón: “El dormir es como un puente / que
va del hoy al mañana. / Por debajo, como un sueño, / pasa el agua, pasa el alma”.
Cantaba María Dolores Pradera a las barandillas del puente
que “se menean cuando pasas”… Cantaba, Neruda, a los puentes de Praga sobre el
Moldava… Qué bonito sería, el día que se inaugure - porque tenemos que
conseguirlo - poner, en una cerámica,
los versos de Pablo: “Y pasa el río / bajo los nuevos puentes / cantando con la
historia / palabras puras / que llenarán la tierra”. Amén.
Si los vecinos esperan ese papel que no llegó a tiempo, no hubieran tenido la puntualidad que el día requería. Un año del desastre, un año que de haber llegado la orden puntual en el papel autorizando la limpieza del cauce, pero no, el agua tenía su fecha, esa que los perotes ignoraban, s pilló desprevenidos y ahí están los resultados.
ResponderEliminarPor otro lado los vecinos iban en un riguroso orden solo con pancartas y pidiendo un toque de atención. A todo esto...¿llegaron los papeles concediendo el permiso?.
Buen artículo amigo José ojala en tiempo no muy lejanos veamos el de la inauguración del nuevo “paso” que pide el pueblo. Entonces cantaremos, y recitaremos canciones y poemas hechos por los vecinos para la ocasión. Así sea. De todo corazón.
Bonita alegoría la que hace solo a dos orillas de un río, al paso de una orilla a otra....... el puente.
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