Los castaños de India del Retiro sacan ya del ropero la ropa
de otoño. Se visten con parsimonia; para luego piden turno las acacias y los
plátanos orientales… Por el cielo azul y limpio se descuelgan, desde el
Guadarrama, girones de nubes velazqueñas. Hace una mañana de luz y calor.
Bulle la gente. Por el barrio de las Letras suben grupos de
excursionistas. Un guía, plano en mano, marca el camino. Le siguen. Van hacia
la casa donde dicen que vivió Lope de Vega. Un mercadillo de viejo llena la
calle de Cervantes. Se respira literatura y citas de autores marcadas en letras
de metal sobre las losas del suelo.
Quevedo sale al encuentro desde el rótulo en la esquina de
la calle a la que da nombre, y en una pintura –muy buena- en el testero de un
establecimiento. En la cerámica del frontispicio, anuncia: ‘Venta El Buscón’ y,
así suma y sigue.
Habla –es una manera de decir- Galdós de la iglesia de San
Sebastián, donde enterraron a Lope y dice que tiene dos caras. Una se asoma al
barrio de pueblo pobre; la otra, al público comercial y de pelaje distinto que
entonces - cuando lo escribía don Benito - vivía en la Plaza del Ángel.
En esta iglesia de San Sebastián fue cura propio don Pedro
Díaz de Castro, Doctor en Teología por Alcalá y cura adscrito al Arzobispado de
Toledo… Costeó el retablo -quemado cuando los tiempos del odio - de la capilla
de la Virgen
del Rosario. Había nacido en Álora, en la segunda mitad del XVII; murió en
Madrid en 1737.
En la plaza de Santa Ana, Calderón y Lorca - uno a cada extremo - miran hacia el Teatro Español; en
las terrazas la gente deja que pase el tiempo. Viene bien la cerveza fría.
Picotean las palomas en un suelo de arena fina. Los mosaicos de Villa-Rosa (por
las noches acoge el embrujo del flamenco) pregonan bellezas de Andalucía.
En ‘La Celestina ’ Príncipe 17
(librería de viejo). … pregunto, cojo algo, compro…Me intereso por … Nos
emplazamos para la próxima visita. De don Luis de Góngora, en el suelo de la
calle, han dejado para quien quiera leerlo un fragmento del ‘Ande yo caliente’
y el La Fontana
de Oro evocan a don Benito…
El vermú de Lhardy, los callos de Casa Alberto en la calle
Huertas, el bacalao de Labra en la de Tetuán, el picoteo del azar, pero ¿lo
mejor? Lo mejor, el rato con mi amigo Antonio Javier. Alumno de Los Llanos,
Perote con mayúscula y, Jefe de la página Web de la COPE. Hablamos …
Preciosa forma de describir un día por el "Barrio de las letras" como le llamas. Evocando a tantos personajes famosos. Nueva mente gracias por aportar a todos tus conocimiento amigo José.
ResponderEliminarEl mismo orgullo que para el Maestro era ser nombrado Doctor Amoris Causa del Colegio Los Llanos, lo es para que me identifiques como alumno de ese colegio que un día fue y cada vez queda menos. Un abrazo, y que echemos muchos ratos más como estos arreglando nuestro Málaga y nuestro pueblo.
ResponderEliminar¿También Madrid?.
ResponderEliminarUna lección de saber estar en una ciudad. A uno se le queda el cuerpo con ganas de tomar el escrito como guía, coger el coche y plantarse en Madrid.
Perdí el norte y he recuperado el rumbo con este "cuaderno de bitácora".
Un abrazo
Tú no escribes Pepe, pregona y difunde lo que ve al rededor, rodea a las personas y las hace vibrar bajo esas letras unidas.
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