martes, 4 de junio de 2019

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. La plaza






Dice el periódico que se han cumplido treinta años de la  matanza de la Plaza de Tiananmen. El ejército del pueblo disparó de manera indiscriminada contra el pueblo. El ejército rojo, que vestía de color caqui, tiñó del color de la sangre, o sea de rojo, el asfalto de una plaza grandiosa…

Cuando yo comencé a ir a la escuela hacia poco más de treinta años de la Guerra de África. El ejercito  ‘libertador’ del Riff disparó contra el ejército opresor que venía del otro lado del mar,  o sea de la Península – de una parte de la Península, llamada España – que estaba allí mandado por otros.

Parece que en ambos acontecimientos tan lejanos en el espacio  -China, por supuesto, bastante más – y en el tiempo, eso que el beatle dijo que era lo que pasabas mientras nosotros hacías proyectos, lo que subyacía  era una corrupción enorme en los imperios que mandaban. Los demás a obedecer sin rechistar.

China donde el comunismo fue la tabla de salvación, para unos más que para otros, ha irrumpido desde entonces en el mundo capitalista con una fuerza enorme. Se ha convertido en la segunda potencia mundial. Pulsea a otras economías y su desarrollismo es de tal magnitud que las cifras asombran.

El Riff, integrado en Marruecos, sigue casi tan pobre y mísero como entonces y, al parecer, los que han dirigido al país no han dado con la tecla para levantar el vuelo, al menos con la fuerza como lo han levantado en otros lugares.

Chefchaouen que es una de las ciudades más enigmáticas y embrujadas de toda aquella tierra recuerda momentos del enfrentamiento. Sueñan con recuperar sus casas de Granada y de la Alpujarra. A mí me enseñaron lo que decían que era la llave de su casa, abandonada, en la huida…

Vivir de esos recuerdos no aporta nada para el desarrollo de los pueblos. En este caso parece que con más certeza de opresión que de libertad y que anhelan una vida mejor a la que les ha tocado vivir. Recordar dos tragedias de esa magnitud puede aportar un poco de refresco a la memoria y a la conciencia para saber que con muertes no se consigue nada…

Ahora los tanques se cambian por horas de televisión, telenovelas, comida basura y héroes con pies de barro  idolatrados. En fin…




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