Borís Pasternak nació en Moscú a
finales del siglo XIX y murió en sus cercanías, Peredélkino, en la segunda
mitad del XX. Poeta y novelista ruso, publicó la novela El Doctor Zhivag. Recibió el
Premio Nobel de Literatura en 1958. Se vio obligado a renunciar a él por las
presiones, entonces, del sistema soviético. La novela se conoció en Rusia en
1988 como consecuencia de la Perestroika. Su autor ya llevaba muchos años,
muerto.
La novela recoge la vida de un
médico, huérfano desde la niñez y educado por la burguesía rusa. Se casa con
Tonia, hija de la familia que lo acoge y, luego, lo educa
y cría. El amor de Zhivago por Tonia se verá cambiado por la aparición
de la Lara, o sea, por el amor total que llena la vida del hombre que entre la
medicina y la literatura desarrolla su vida.
La obra transcurre durante los
períodos de la Primera Guerra Mundial, la Revolución rusa y la Guerra Civil.
Los avatares contrapuestos de los momentos políticos hacen que el hilo
conductor sea la supervivencia del amor entre un hombre y una mujer sobre los acontecimientos.
Omar Sharif, Julie Cristie y Geraldine Chaplin, los protagonistas. La película se rodó, entre
otros lugares, en Soria, en el Campo de Gómara, San Leonardo de Yagüe, en las cercanías del
Burgo de Osma, estación de Delicias y exteriores en Madrid…
Al margen
de la trama política en la película se trasmite
un mensaje subliminal. Zhivago es un excelente poeta pero su vida de calidad
literaria llega a la consagración total cuando Lara aparece en su vida. Hay dos
escenas impresionantes: Zhivago se reencuentra con Lara, bibliotecaria perdida
en un pueblecito de la estepa. Dicen que tienen que romper con todo aquello,
Lara dice que sí; sus ojos, que no… Los
lobos aúllan en la noche. Zhivago escribe y escribe y escribe…
Lara es la musa – parece que en
la vida de Pasternak lo fue Olga Ivinskaia,
divorciada, veinte y tres años más joven que él – que hace de Zhivago el poeta
admirado y pletórico, grande y admirado como uno de los mitos en la literatura
de su país. Ruptura, separación, dolor. El destino tiene cosas así. Desde un tranvía, muchos años después, cree descubrir a Lara que camina por una calle
de Moscú. Se apea, la sigue; no la alcanza, Zhivago...
No hay comentarios:
Publicar un comentario