jueves, 27 de junio de 2019

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Destinos








En Iowa llueve torrencialmente algunos días del verano. Iowa, en el Medio Oeste de los Estados Unidos de Norteamérica, tiene un clima continental húmedo en verano. Los inviernos son muy fríos. El autor de la novela, Robert James Waller, nació allí. Conocía perfectamente el paisaje –; profesor universitario y fotógrafo.

Francesca (Meryl Streep), de origen italiano está casada con un ganadero de la zona. El hombre con sus hijos acude a la feria de ganado del condado. Se ausentan durante cuatro días.  Por allí aparece un fotógrafo.  Robert Kincaid (Clint Eastwood) hace un reportaje para National Geographic sobre los puentes cubiertos…

Nace una historia de amor. Ella entregada, en la soledad de su dedicación, a su marido y a sus hijos, ve cómo llama a su puerta la ilusión. Es la oportunidad que nunca tuvo. Es la felicidad que siempre va a la casa de los otros pero nunca a la nuestra. Ella, mujer de tez blanca, con cabello castaño que vira más al moreno que a rubio, recobra una belleza marchita que estaba adormecida.

Los hijos, muchos años después, abren un baúl de recuerdos. Tienen acceso a las intimidades de su madre. ¿Hay muchos baúles con secretos que nadie sabrá porque ellas prefirieron la dedicación a la familia y sacrificar la oportunidad  ante la felicidad por el miedo al escándalo en la ciudad pequeña  y puritana donde muchas cosas se saben?

El final, uno de los mejores de la historia del cine – dicen los críticos – muestra una fuerza arrolladora. Llueve torrencialmente. En la cara de ella, bajo unos ojos preciosos,  un rictus de arrugas; en la de él, curtida  – 'quien no tenga canas o arrugas  que no llame a la puerta' – el dolor de una decisión. Están empapados por fuera; lloran ante lo imposible por dentro.

Habla el silencio. Se hacen añicos los sueños. Las miradas tienen más poder que las palabras. “Por un momento – deja escrito ella – no sabía  dónde me encontraba”, piensa que no la quería, que le era fácil alejarse… El destino de una persona es la suma de las decisiones que toma en su vida… La música de Lennie Niehaus aporta, si falta algo, la pincelada genial. Pongamos que hablo de Los Puentes de Madison






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