viernes, 30 de agosto de 2013

Una hoja suelta del cuaderno de Bitácora. Al pie de la Sierra del Pinar

El viajero se echa a la carretera a esas horas en que el sol, aún, pega. Deja atrás Grazalema de tejados rojizos y paredes blancas. El pueblo sestea como un rebaño acarradoy espera que pasen las horas duras de la calor.

Se para en lo alto del Puerto de El Boyar y ve la divisoria de los aires. El Guadalete todavía no es río. Esconde sus aguas bajo un suelo pedregoso y bordeado de juncias y vegetación herbácea de ribera se va y busca la tierra baja… Un quiero pero no puedo.

El ‘Salto del Cabrero’ corta la caliza; en la lejanía, la bruma sube desde la bahía y pone una nota de paisaje difuso. Por la derecha el Puerto de las Palomas lleva a Zahara. Se encaraman - Sierra del Pinar- los pinsapos monte arriba. Junto al coche del viajero se estacionan otros coches. Bajan y dan gritos. Hacen añicos el silencio. Por el azul celeste de arriba se columbran las nubes algodonosas.

Opta por ir hacia Benamahoma. Ni hace falta explicar el topónimo ni  su origen pero sí decir que siente la sensación - porque la naturaleza es así - que la carretera rompe el molde de un nacimiento grande, gigante, donde las cabras de barro son las verdaderas payoyas que dan leche agria para un queso sin igual, que el pastor de zamarra es un cabrero que lleva un transistor y teléfono movil y que, aquí, hay que abrir bien, muy bien los ojos: los de fuera y los de dentro.

La orografía es tan bella, tan especial, tan única que le entran ganas de parar y sentarse y dejar que pase el tiempo y escuchar el soniquete de las cencerras y zumbar de las abejas y el careo de las mariposas (¿de dónde pueden salir mariposas en lo más duro del verano?) que vienen, se posan y, luego se van a alguna parte.

Cuando el viajero llega a Benamahoma cruza las calles desiertas del pueblo. Se atrinchera la gente en el frescor interior de las casas. Se va hacia el Majaceite. El río es un torrente claro. Agua fresca y limpia, agua que lleva vida - batanes, fraguas, molinos…-  porque es vida, agua que brota, manantial profundo desde lo más adentro y, porque le gusta y porque tiene que ser así recuerda a san Juan de la Cruz: “mil gracias derramando/  pasó por estos sotos con presura…” 

1 comentario:

  1. No me extraña que tu bloc halla superado las 1000 visitas en tan corto plazo de tiempo.
    Te lo mereces por que eres un magnifico escritor que sabes llegar a las personas de una forma magistral dándonos páginas llenas de vida Como esta donde describes el pintoresco paisaje del pueblo de Grazalema. Mis felicitaciones amigo José.

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