El viajero se echa a la carretera a esas horas en que el sol,
aún, pega. Deja atrás Grazalema de tejados rojizos y paredes blancas. El pueblo
sestea como un rebaño acarradoy espera que pasen las horas duras de la calor.
Se para en lo alto del Puerto de El Boyar y ve la divisoria
de los aires. El Guadalete todavía no es río. Esconde sus aguas bajo un suelo
pedregoso y bordeado de juncias y vegetación herbácea de ribera se va y busca
la tierra baja… Un quiero pero no puedo.
El ‘Salto del Cabrero’ corta la caliza; en la lejanía, la
bruma sube desde la bahía y pone una nota de paisaje difuso. Por la derecha el
Puerto de las Palomas lleva a Zahara. Se encaraman - Sierra del Pinar- los
pinsapos monte arriba. Junto al coche del viajero se estacionan otros coches.
Bajan y dan gritos. Hacen añicos el silencio. Por el azul celeste de arriba se
columbran las nubes algodonosas.
Opta por ir hacia Benamahoma. Ni hace falta explicar el
topónimo ni su origen pero sí decir que
siente la sensación - porque la naturaleza es así - que la carretera rompe el
molde de un nacimiento grande, gigante, donde las cabras de barro son las
verdaderas payoyas que dan leche agria para un queso sin igual, que el pastor
de zamarra es un cabrero que lleva un transistor y teléfono movil y que, aquí,
hay que abrir bien, muy bien los ojos: los de fuera y los de dentro.
La orografía es tan bella, tan especial, tan única que le
entran ganas de parar y sentarse y dejar que pase el tiempo y escuchar el
soniquete de las cencerras y zumbar de las abejas y el careo de las mariposas
(¿de dónde pueden salir mariposas en lo más duro del verano?) que vienen, se
posan y, luego se van a alguna parte.
Cuando el viajero llega a Benamahoma cruza las calles
desiertas del pueblo. Se atrinchera la gente en el frescor interior de las
casas. Se va hacia el Majaceite. El río es un torrente claro. Agua fresca y
limpia, agua que lleva vida - batanes, fraguas, molinos…- porque es vida, agua que brota, manantial
profundo desde lo más adentro y, porque le gusta y porque tiene que ser así
recuerda a san Juan de la Cruz :
“mil gracias derramando/ pasó por estos
sotos con presura…”
No me extraña que tu bloc halla superado las 1000 visitas en tan corto plazo de tiempo.
ResponderEliminarTe lo mereces por que eres un magnifico escritor que sabes llegar a las personas de una forma magistral dándonos páginas llenas de vida Como esta donde describes el pintoresco paisaje del pueblo de Grazalema. Mis felicitaciones amigo José.