lunes, 21 de septiembre de 2020

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Tolox: Pueblo de ida y vuelta

 

 

 

                


 

 

Cuando llegues a Alozaina a la derecha, será para Jorox y Yunquera. Por la izquierda, llegas a la confluencia del río de los Caballos con Río Grande. Vas camino de Tolox. Es un pueblo de ida y vuelta. O lo que es lo mismo: final de camino;  te frena la sierra.

 

Estás al pie de la Torrecilla, entre Sierra Blanca y Sierra Parda. Barrancos y cañadas, quebradas y torrenteras, gargantas... La Sima G.E.S.M. está considerada como la tercera del mundo en  profundidad. Tiene más de mil cien metros.

 

Si es ocasión, contempla cómo arranca la luna llena por entre los pinsapares que alcanzan una vida media de hasta cien años y los veinticinco metros de altura. Son “una reliquia, casi en extinción, de los bosques  de grandes coníferas de hace millones de años”.

 

 Si tienes suerte y la ves, sigue con la vista cómo planea el águila real, o cómo se encaraman las cabras monteses en lo más alto de las peñas, y el quejigal cuando pierde la hoja, y el olor del orégano en primavera....

 

Y si, por un suponer, eres de los que gustan de los ruidos estridentes, entonces  acércate por San Roque a mediados de agosto. Más de sesenta mil cohetes – yo no los he contado pero dicen que sí -  suben al cielo.

 

Tolox es naturaleza y paisaje. En sus sierras, y en la nieve que baja a manera de aguas frías cuando el deshielo, y en sus calles, empinadas y estrechas… Si no quieres llevarte alguna sorpresa, déjate el coche a las afueras.

 

Goza de rincones, donde a la blancura de la cal se sobrepone el carmín de la rosa. Pega hebra con alguna mujer que, muy de mañana, y “antes de que llegue el calor”  una vez más, encalará la puerta. “Mire usted - te dirá, cuando le preguntes - porque a una le gusta la limpieza”. Y seguirá, dándole que te pego a la faena. 

 

A Tolox, puedes ir también a tomar las aguas ‘amargas’ de su balneario. Quienes pasan por allí, hablan y no acaban. De los ‘iluminados’ del siglo XIX, hablamos otro día. ¿Me permites una recomendación? (Yo, ayer no lo hice por lo que tenemos encima),  pregunta por Miguel López Portillo y pídele que te cuente de su pueblo. Lo quiere tanto como yo al mío. Dile, que vas de mi parte…





 

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