viernes, 18 de septiembre de 2020

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. La mujer que tenía los ojos azules como el mar y VII


Ella sentía un no sé qué indescriptible por dentro. A la felicidad, se le unía la nostalgia de algo que se perdía, que ya quedaba en el recuerdo…

Y entonces, él sin decir nada, cogió su mano, miró sus ojos azules como el mar que brillaban de una manera distinta, y para sus adentros pensó: me parece que estoy demasiado enamorado…

Finalizaba un viaje en el que los dos habían disfrutado del colorido de una región inigualable. El mar alcanzaba esa tonalidad inabarcable de azul belleza, cosida entre olas y las estelas de los barcos al viento. Se prometieron volver, nada había acabado…

Aquella noche dormirían en Roma, y a la mañana siguiente, después de cumplimentar la entrega del coche en el renta car, tomarían un avión desde Fiumicino de regreso a casa…


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