martes, 15 de octubre de 2019

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Luz de alba






Y, entonces, porque Tú tienes cosas así, decidiste que cada mañana te dejarías ver, primero, desde detrás de las montañas; luego, con todo el esplendor sobre el firmamento.

Al  principio, eras una luz tenue, suave que extendía su manto. Antes, todo, oscuridad; luego,  claridad. El pespunteo lejano y frío de estrellas se batían en retirada y, Tú, precisamente, en ese momento es cuando le dices al lucero del alba que es el momento y él, obediente siempre, aparece solitario y corona las cumbres de los cerros…

Es el momento, también,  en que, en otro tiempo,  en los establos de vahos calientes se movían las bestias y las vacas. Los gañanes  y boyeros echaban  la pastura antes de salir para las besanas. Despertaba el campo. Los animales se incorporaban; se acercaban a las pesebreras.  Un puñado, lo que cabía en la mano cerrada, de cebo – maíz, cebaba, veza -  caía sobre la paja. Los animales con los befos buscaban la molienda; las granzas caían al suelo…

Sobre un caballete cantaba el gallo mañanero. Era un gallo lorigao altanero, y  apuesto. El gallo  más empinado y desafiante del corral. En otros caballetes había una respuesta a modo de lucha incruenta por ver quién llenaba el aire fresco de la mañana con su canto. Como un modo de afianzar su propio territorio.

El cabrero comenzaba el ordeño. Buscaba las cabras. Las tenía identificadas; las conocía a todas y sabía qué daban de sí. La ‘mocha’ negra; la ‘cana’ que era muy nerviosa y que no se estaba quieta; la ‘mona’ que ya iba para vieja; aquella florida que compró en la feria de Ronda; una ‘veleña’ que casi llenaba de leche el cubo; la rubia que tenía un chivo ritón…



Y, entonces, Tú, porque Tú tienes cosas así, te asomabas poco  a poco y el horizonte ya era luz, eras Tú, era tu luz que recortaba la silueta de los montes y los árboles y, los cipreses entredejaban ver  la luz  - tu luz -  filtrada por entre sus hojas; el cielo se ponía de otro color…

Bendito seas mi Señor, porque me dejas ver la luz,  tu Luz, cada mañana y porque te haces luz para todos aunque algunos busquen otra luz…

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