domingo, 25 de agosto de 2019

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. He vuelto




José Luis Figuereo,“Selu", o sea, El Barrio, sacó,  hace unos meses su último disco, ‘He vuelto’ Decía que se acabó el descansito y empezar un caminito… No va por aquí hoy el agua al molino. No. Va por otra atarjea.

He vuelto a La Rosaleda. He aparcado donde siempre. Por cierto, sigue roto el pulsor de la cisterna del  servicio desde el último partido, en junio, cuando el Deportivo nos dejó en el infierno. No ha debido dar tiempo para el arreglo.

He vuelto.  No es el caminito del guitarra y sombrero sino por Doctor Marañón. Aquí han aprovechado mejor el tiempo. Levantan, a toda prisa, unos mastodontes  en el solar de lo que fue Citesa, y luego Alcatel, y luego Standar Eléctrica, y luego Telefónica… En las montañas de tierra que han removido,  han nacido cambrones  que sin la ‘m’ antes de la ‘b’, es lo que hay en los despachos que propician, con decisiones desafortunadas, que el monte se queme…

He vuelto al reencuentro con los compañeros de asientos, con los prófugos  rescatados en la noche ilusionante de Riazor, con... Me ha faltado Paco. “Quedan los artículos de su sobrino Dani Marín  (este niño, perdón, por lo de niño, escribe con una clarividencia proverbial) en el Desmarquemalaga. com ¿No lo conocen?

He vuelto al sufrimiento por la impotencia.  Se puede cambiar de casi todo menos de sentimientos futbolísticos. Nos dijo muy clarito que la voluntad es mucha, la cera poca y la procesión larga. ¿Qué no lo he dicho? Mi equipo es el Málaga por si había alguna duda…

He vuelto a levantarme de madrugada para ‘ir’  por la Virgen de Flores al Convento. Por cierto no creo necesario ese bombardeo de cohetes… Quien quiere ir, va. Hay que respetar el derecho al descanso de los que toman otra opción. Quede claro. No me gusta que se moleste a nadie.

He vuelto al convento. Clarea. Le pido a Ella que conceda a quienes quiero, lo que más necesiten.  Me han faltado este año amigos entrañables: José María, Miguel Leandro, Ignacio, Carmen y Antonio Pérez que tiene que pasar, dentro de unos días, un río con muchas piedras. Seguro, le echa una mano.
He vuelto al reencuentro con los sentimientos. Ya está el calvario de las penas y alegrías. Delante, por la calle camina un chaval. En la camiseta, serigrafiado. “Te quiero. Málaga…”





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