jueves, 17 de enero de 2019

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. El tiempo en el papel





Recuerden una hora: ocho de la tarde. Un día, 18 de enero, viernes, 2019. Un lugar. Sala de Exposiciones de Cancula (Álora). Un acto: inauguración de una exposición de fotografías. Un autor: Felipe Aranda Ávila…

Felipe es el notario gráfico de Álora. Con su máquina, en un principio muy humilde como todo el que comienza, y luego, con la técnica incorporada, ha sabido parar el tiempo. Ahora lo ha fijado en el papel, le ha puesto un marco, lo ha colgado en pared y lo expone – con la ayuda de la Concejalía de Cultura bajo la batuta de Sonia Ramos - para cuantos quieran ver cómo éramos entonces y cómo hemos ido cambiando con el paso de los días.

Paisajes, paisanajes, la casa que ya no está, el niño que vendía felicidad porque con una guita y un pato era todo lo que necesitaba para regalar una sonrisa, o lo que es lo mismo, el alma grande y limpia que tienen las almas de los niños. Felipe pasaba por allí, lo recogió y ahora lo muestra para deleite del espectador.

Su obra es un paseo por la antropología. Un ir por el camino que todos andamos pero que solo muestra sus peculiaridades a quien quiera pararse. En su obra se recogen rincones escondidos, puestas de sol o nocturnos de calles con misterios, amaneceres largos… La llamada totémica que congrega al pueblo, a todo el pueblo, en los momentos puntuales.

El fotógrafo lo tuvo difícil siempre. Una infancia dura, una juventud de superación constante y un paso por un abanico de profesiones que dejaron una impronta hasta que encontró despertar la vocación que dormitaba y pedía paso. Ahora ya en la plenitud lo ha sacado de ese lugar donde se suelen guardar las cosas únicas y no se lo ha guardado para sí mismo sino que lo expone para quien quiera disfrutarlo.

Todos los pueblos tienen su pequeña intra historia que es más grande cuanto más se la conoce. No siempre hay quien recoge el apunte, en este caso gráfico, del devenir de cada día y atrapa el destello oportuno porque el artista mira de otra manera, es decir, ve eso que todos miramos pero solo él encuentra lo que es diferente.

Felipe nació en la calle Barranco. Es decir, en el barrio más castizo y con más personalidad de Álora. Su obra tiene mucho de ese albaicín misterioso y mágico… La muestra no va a pasar indiferente; al tiempo.



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