martes, 16 de octubre de 2018

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Doctorado en Solidaridad



 A Nadal, Rafa Nadal, para los que tienen mucha confianza con él, no le hacen falta fotos de portadas en los periódicos, imágenes en las televisiones ni zarandajas de ningún tipo. Lo tiene casi todo. El ‘casi’ se le puede quitar ya. Lo tiene todo. Acaba de aprobar “cum laude” el Doctorado en Solidaridad.

 Verán. Sant Llorenç des Cardassar es una población de la isla de Mallorca a poco más de diez kilómetros de Manacor, en la punta este y muy cercana al mar. Acaba de vivir una tragedia consecuencia de una naturaleza desatada y una nefasta gestión de algunos hombres.

En el pueblo confluyen tres rieras – en otros sitios las llamamos cañadas o arroyos secos, pero es lo mismo – dentro del casco urbano. Alguna mente lúcida y bien embadurnada presuntamente, claro,  no quiso ver que allí no se podía construir, pero… El desborde de tanta agua ha sembrado muerte, desolación y mucho barro, más del necesario.

La solidaridad ha saltado. Entre otros el tenista Rafael Nadal con botas de agua y traje de faena ha cogido una pala y se ha puesto a quitar suciedad y barro. Se ha volcado en ayuda a los demás vecinos que las estaban pasando mal, bastante mal.

Como siempre la pléyade de mediocres – no voy a citar  ni a uno solo – ha salido con una batería de insultos y descalificaciones. Son tan pequeñitos de mente que han llegado a decir que lo hacía para ‘chupar cámara’ y darse publicidad… Pienso que no merecen ni la rabia que uno siente por dentro ante estas posturas.

Ese señor que domina el tenis el mundo, que debe tener una fortuna acumulada, ha puesto, además,  su ciudad deportiva para ayudar a paliar las necesidades que de momento acuciaban a los vecinos: un lugar donde no pasar frío, un techo donde no mojarse porque seguía lloviendo  y un resguardo de la intemperie donde reponer fuerzas. Algo lleno de humanidad y corazón.

Dentro de nada la catástrofe habrá pasado al olvido. Quedarán  las imágenes de hombres que se juegan la vida buscando el cuerpo de un niño pequeño y la solidaridad de un gran hombre que se metió en el fango con un cepillo y unas botas de agua. Otros hombres y mujeres también lo han hecho pero ustedes me entienden…





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