viernes, 14 de septiembre de 2018

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Bolsas



Santiago Bartolomé vive en la tierra soriana, en Valdelubiel, cabe El Burgo de Osma, cerca del río Usero. Santiago es un escudriñador del campo, de la tierra que lo rodea, del río, del cielo que lo entolda, del paisaje que lo envuelve…

Valdelubiel como todos los pueblos sorianos se aferra a la existencia con dientes y uñas. Tiene un puñado de habitantes. Entre todos no pueden formar una comunidad de vecinos. Unas cuantas calles, la del Calvario, la de la Iglesia, la Bajera y la de En medio, la de la Fuente… y un arroyo - del Valle -  que se sirve el Ucero para llegar hasta el Duero.

Por Barcebalejo vas  a El Burgo, y luego, si continúas carretera  a San Esteban. A la izquierda, por Valdenarros y Santiuste a Calatañazor… Si al norte, por Fuenteamergil al Cañón del Río Lobos… (No me dirás que no te doy información. Lo aprendí de Avelino Hernández; luego, lo anduve).

A Santiago lo ‘conocí’ – personalmente no nos hemos visto nunca  - a través de un amigo común cuando, él, Santiago, hacía un programa sobre el campo en Cope Uxama… A la tierra de El Burgo, de la mano de Avelino. En su fuente bebí una y otra, y  otra vez…

Santiago dejó  el programa. Era muy interesante. Hablaba de las fases lunares, de las almácigas y los semilleros, de las cosechas nuevas que allí, por ser tierra fría y dura, venían mucho más tarde que en estas tierras  calidad del  Sur.
Ha puesto una foto con una muestra de hortalizas en los soportales. Debe ser una exposición de hortelanos magníficos que sacan sus productos a la calle, a alcance de mano del consumidor.

Desde hace unos meses los que velan por tantas cosas nuestras dicen que pagando cinco céntimos de euro la gente dejará de utilizar bolsas de plástico. Mentira cochina. Yo me compré una talega – que no uso -  en la panadería,  y ahora me traigo el pan calentito en bolsas de papel… (Ya vendrá el llanto por la tala de bosques).

En la foto, ¡ay, dolor!, tomates, pimientos, patatas, cebollas, espinacas…, de excelente calidad,  expuestos en cajas de plástico. La bendita tierra donde la torre de la catedral otea horizontes y  tiene bonito hasta el nombre de sus montes: Cebollera, Sierra de la Demanda, Picos de Urbión, Montes Claros…, tampoco se libra del plástico.




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