lunes, 23 de julio de 2018

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. El bichito


                  
Dicen que es una avispa que viene de Asia. Entró por Francia, se adueñó de la cornisa cantábrica y la está liando. ¡Y bien, que la está liando! Dice el periódico que ya van tres muertes en poco menos de un mes. Dos por picaduras de insectos autóctonos y otro por la dichosa invasora.

Los comentarios, generalizados. Afirman los que saben que con una investigación seria podría presentársele cara porque los estragos del bichito son de consideración. Ha acabado con gran parte de insectos que polinizan los prados y con las abejas a las que considera un verdadero manjar.

Tiene nombre propio y apellido. Avispa Velutina.  Su aspecto como todo portador de muerte, feo. Combina el negro y el amarillo. Parte de su cuerpo lleva el tinte de la muerte – por cierto, ¿por qué la muerte es negra? – y el otro un color llamativo, el que dicen que es el que más se ve en la naturaleza, el amarillo.

Toda la cornisa que recibe los aires del Cantábrico – cuando yo era niño a los temporales que se desataban allí les llamaban ‘galernas’ pero ahora como los tiempos han cambiado los llaman de otra manera -  están verdes. Muy verdes, peros sus prados se han quedado sin flores. Culpan a los pesticidas que hacen horrores y a la carencia de insectos que los polinicen porque la dichosa avispa acaba con ellos.

La primera vez que fui a Galicia un accidente tenía cortada la carretera. Un camión había atropellado a una mujer mayor. Había dado su vida por salvar una vaca. Después en algunas ocasiones me he cuestionado. ¿Dónde estaba la vida realmente de aquella mujer vestida de negro y con un pañuelo en la cabeza?

Otra vez bajé a Fonsagrada y por Los Ancares crucé a León… ¿No conocen la experiencia? No sé qué aconsejar… Me dan miedo las meigas, las brumas que traen el diablo en sus entrañas, los sueños que se enredan en  las copas de los árboles, los senderos misteriosos que llevan a las fuentes rumorosas. Desde hace unos días, después de leer lo que está apareciendo, a esa dichosa avispa que puede estar en cualquier recodo del camino…




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