miércoles, 14 de febrero de 2018

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Lobos, perros y corderos


Dice el periódico que en la alta montaña de Asturias, donde se da la mano con León y Palencia, el lobo se ha dejado ver en estos días de nieves por encima de lo normal. Los animales buscan comida y el temporal, al parecer, no se lo pone fácil.

El lobo casi fue rescatado de un lugar donde los pastores lo habían arrinconado de la mano de un hombre de bien, que se fue temprano y que difundió el amor a la naturaleza cuando esas cosas no estaba de moda ni con la conciencia clara – hay cuentistas, que viven de ello, pero no es caso – como se tiene hoy. Félix Rodríguez de la Fuente hizo una labor impagable.

El lobo dicen, los que saben, es un animal solitario pero cuando va de caza, acude en manada. Se ampara en el grupo y la genética le manda  a cada uno cuál es rol de su actuación de manera individual y cuando está inmerso en el grupo.

Hay otra noticia también triste. En la provincia de Castellón hace unos días daban cuenta de la muerte de un hombre atacado por perros asilvestrados. Su mujer manifestó que se había ido a trabajar al campo. Al llegar la noche y no había regresado, salieron en su búsqueda y estaba herido gravemente. Lo que vino después ya es conocido.

Todos los años tenemos noticias de muertes provocadas por perros. Unos porque están montaraces; otros porque el instinto animal propicia un comportamiento inexplicable para los humanos. No sabemos qué parámetros deontológicos, si es que existen, claro, imperan en el mundo canino y que está considerado como el  mejor amigo del hombre.

Los corderitos – perdón corderos – están – estamos - ahítos de mensajes televisivos de tanto profeta catalán redentor de un pueblo que se encuentra, por lo que parece, en un número considerable muy de acuerdo con esos profetas salvadores de la patria.

Lo que ya no es de recibo es la sentencia de los señores del Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo. Oigan, señores de toga y puñetas, los desgraciados que hacían noche en un coche en la T-4 de Barajas porque no había para pagar cama de hotel… , ¿los dejamos como corderos y que vengan quien quiera y a santo de su consigna  loes corte el cuello?




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