Ha venido sin ruido. Era ella;
sí ella, la que llega casi todos los años a las cumbres y las pinta de blanco
como si quisiera imitar a los pueblos que se acurrucan, allá abajo, donde
termina la caliza kárstica de El Torcal y a los que los hombres le han puesto
otros nombres: Antequera, Villanueva de la Concepción, el Valle de Abdalajis…
Vino temprano. Llovía en la
lejanía. Todo cubierto de nubes y, de pronto,
los ángeles inflaron los mofletes y soplaron. Dispersaron las nubes; se levantaron un poco, solo un poco, lo preciso.
Entonces, apareció ella.
Llegó un hombre al bar. Dio la
noticia. Era la notica nueva del día. “Está blanco – dijo – El Torcal”. Otro,
agregó que también la Sierra del Valle. “La Huma y la Capilla están blancas”.
Hubo un tercero dijo algo más insólito. “Esta mañana caían copos en el Rincón
de la Victoria, a la orilla del mar, pero no cuajaban…” El telediario informó de una granizada en Fuengirola.
Ella era la noticia. Se han
quedado aparcadas esas otras de políticos enzarzandos a mordiscos. Bueno, todos no, ese
altavoz de la televisión les ha dado sus minutos para que arremetan contra los de otro signo. Nada
nuevo. Tampoco, la verdad, que nos importa mucho.
Los periodistas no han buscado
la noticia. No saben que dentro de un rato los cahorros que van a las cañadas,
y las cañadas que van al arroyo, y los arroyos que van al río… serán un reguero
de vida porque la nieve derretida es agua y el agua es vida.
Esta tierra nuestra está harta
de malas noticias. Esta mañana ha tenido una de las buenas, de esas que no
cantan los niños del colegio de San Ildefonso porque, ella, hoy ha sido una
lotería con premio gordo para el campo que, en su angustia, no aguantaba más.
Bueno; no es asís, exactamente así, porque el campo lo aguanta todo.
Dentro de muy poco verdeguearán
las lomas; habrá retoño de olivos y un manto de flores le plantarán cara al
sol, al tibio sol de enero, y de febrero – que ya no será tan tibio – porque
buscará ‘la sombra el perro’… y el campo será la cara de Él que esta mañana,
sin hacer ruido, nos ha mandado, como adelanto, a ella. Ah, y tiene actualidad
Adamo: “Cae la nieve”. ¿Lo recuerdan?
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