sábado, 9 de diciembre de 2017

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Las nuestras: Enriqueta Otero Blanco

Nació en el pueblo de Castroverde (Lugo) en 1910. A su padre, según sus propias palabras,  lo consideraba un holgazán, poseedor de dos caballos y andante de mercado en mercado. Un hidalgo de la zona; su madre se casó con 17 años, murió con 36 y tuvo nueve hijos.

Estudia bachillerato y, luego,Magisterio en el colegio de la Milagrosa de El Ferrol. Son los años 20. En el examen final muestra sus ideas de izquierdas. Su primer destino en San Cosme de Barreiros; después Montefurado. Es la Galicia profunda. El sueldo 5 pesetas. Tira de los tres hermanos más pequeños que se crían ya en la orfandad de la madre.

Saca oposiciones y su primer destino es Madrid. Allí amplía su formación como especialistas en sordomudos y  conoce a un coruñés, representante de cosmética,  que se había formado en Rusia y le abre los ojos ante las corrientes políticas de la época. Comienza su trabajo para el Partido Comunista de España.

La Guerra la halla en Madrid. Trabaja activamente a favor de la República. Es secretaria de Dolores Ibárruri. En el Hospital de Carabanchel entra en el equipo de dirección que sustituye a las monjas que atendían el servicio hospitalario. Coincide con Gómez Ulla.

Pasa la guerra en Madrid. Se opone a la rendición de Casado y de la Junta de Defensa. Es encarcelada por los ‘suyos’ primero en los Salesianos y, luego, en Ventas. Conjuntamente con otras mujeres privadas de libertad obligan a la directora a ‘abrir’ la puerta. Deambula por Madrid; marcha a Lugo; la esconde un cura amigo de la familia.

En Becerreá se une al maquis. Es, también en su opinión, la mujer más buscada y perseguida de España. La encuentra la Guardia Civil en Agro de Rolo. La hieren gravemente; convaleciente la condenan a muerte. Salva la vida casi milagrosamente. A las cinco de la mañana del día de la ejecución, su defensor se presenta con la conmutación de la pena. La presión internacional lo había conseguido.


Está encarcela hasta 1965. Regresa al pueblo. La presión oficial hace que los vecinos no puedan ayudarle. Vive de lo que saca del campo y de los animales que vende.  La reponen en su cargo de maestra en 1974. Maestra, activista comunista, feminista, muere en Lugo en 1989




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