sábado, 26 de agosto de 2017

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Lo nuestro: Virgen de Flores

Si vas con tiempo sube al convento. Siéntate donde la Virgen. Te van a asombrar dos cosas: el paisaje de fuera y el olor que manda dentro del Santuario: perfumado, sensitivo, voluptuoso, tierno, delicado, balsámico.
Según la tradición fue traída por los hijos de Encinasola (Huelva) cuando acompañan a las tropas de los Reyes Católicos en 1489. A finales del siglo XVI, en 1592 se inician las obras del actual santuario por los Franciscanos Recoletos que permanecen allí hasta 1835 en que son desamortizados por Mendizábal. La devoción hacia la Virgen de Flores en la toda la comarca es grande. Se celebra su festividad el día 8 de septiembre coincidiendo con la Natividad de la Virgen.


MORALES GARCÍA, J. Álora, como casi cuentos de recacha. Álora, 2002


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