Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Antoñita y Antonio

Era esa hora en que no suenan timbales y clarines. Era esa hora en que todo se echa a la quietud, al sosiego, a la calma, y cantan las chicharras…

Eran las tres y cuarto de la tarde, y arrancó el homenaje. ¿Culpables? La Asociación de Vecinos de Los Llanos-Paredones. ¿Los homenajeados? Antoñita y Antonio. ¿El lugar? La explanada de Flores…

Antoñita, Antonia García Aranda, o sea, Antoñita, es de las personas más buenas con que me he encontrado en la vida. Antoñita es la bondad personificada, la dulzura, y el encanto, la ternura y el cariño, la calma y el sosiego…

Antonio, Antonio López Aguilar, o sea Antonio, es el amigo desde niños, porque en su casa, en la casa de María la del Patio, cabíamos todos los niños de la calle…

El ritmo de la vida nos hizo andar muchos días y muchas horas juntos, y compartimos momentos de alegría,  y de ilusión, y de logros y  empujes que nos hacen que los goces de unos, sean goces compartidos por todos.

Antoñita y Antonio, frutos de aquella Academia de la calle Erillas y del estudio por “libre”,  y de los miedos en el Instituto Pedro Espinosa de Antequera…

Y, el Magisterio. Desempeñan labores docentes en Málaga, Mijas, Torremolinos, Ciudad Jardín y Álora, en el Colegio Público “Los Llanos”.

 Antonio se entrega al sindicalismo. Son los albores heroicos de los cimientos democráticos; Comisiones Obreras de Enseñanza, luego sindicalista de base.  Fundador de Izquierda Unida en la localidad. Alcalde electo de Álora en 28 de mayo de 1995. Su coalición IU-LV-CA obtiene 3.860 votos; 9 concejales; mayoría absoluta.  Su permanencia en el cargo brevísima; no llega a finales de agosto. Presenta la dimisión con carácter irrevocable.

Jarifa, las Asociaciones de Mujeres, saben mucho y bueno de lo que aporta, de lo que encierra, de quien es Antoñita, la mujer que hacía los teatrillos en el colegio que sabíamos cuándo empezaban pero nunca cuándo terminaban.

Bajo el sol tórrido de Álora, como no puede ser de otra manera a mediados de julio, sus amigos y las personas que nos honramos con su amistad le  hemos tributado  un pequeño homenaje. Antoñita y Antonio, han tenido la efímera gloria del reconocimiento.