Los fuegos, dijo alguien, se
apagan en Navidad, y si el tiempo está de agua y no deja, entonces, en
primavera. Lo que venga después ya puede ser tarde, y luego, pasa lo que pasa.
O sea, lamentaciones y disparates.
A Huelva le ha ‘tocado’ la
lotería dos veces en lo que va de verano. Primero Moguer; ahora, la zona de
Riotinto. Una parte de la sierra arde
inmisericordemente. Unos que si la mano del hombre; otros, que si una casualidad.
Miles de hectáreas quemadas. Dicen que, incluso, algunas de las repobladas en
el penúltimo incendio.
La gente desesperada. No sé qué pensarán ustedes.
A mí me sobran algunos políticos. Chupan cámara; estrenan chalecos ignífugos aún con
las rayas de doblez de fábrica. Pléyade
de moscones delante de los reporteros. Y digo yo, ¿por qué no tienen en la mano
aunque sea una chapulina o una manguera y colaboran un ratito con los que se
están jugando la vida? No hace falta la respuesta. La conocemos todos.
Faltan expertos. Los que
explican y hablan de lo que saben y saben lo que hablan. Del porqué pasan las cosas y del cómo se
pueden evitar. De lo que hay qué hacer en ese momento, y el día después.
Hay un ‘inri’ más. Un político,
en este caso de la comunidad valenciana, ante el incendio de la Sierra
Calderona ha venido poco menos que a regañar al público y ha dicho que a ver
que nos creemos y pensamos que el monte puede estar como un jardín.
Éste, además de tomarnos por
ilusos, intenta tomarnos el pelo. Pues hombre, claro que sabemos de eso, y
muchas otras cosas más, pero hay momentos en que quien queda con las posaderas
al aire es usted.
Una señora de la zona de la
sierra, de la nuestra, angustiada, hablaba el otro día de la situación vivida.
Las llamas habían estado a la puerta de su casa…
No sé si habrá que volver a la
ganadería extensiva controlada; no sé si
a un endurecimiento de penas para los
salvajes que prenden fuego; no sé… Se impone una mesa de conocedores –
el diccionario les da su nombre - y
gente del lugar que aman y sienten la tierra y, entre ellos, que decidan. Ah, y por
favor, algunos políticos, pues eso…
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