jueves, 24 de noviembre de 2016

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Caracoles

Ayer, Dios fue placentero con tantas peticiones, abrió la mano y dejó venir la lluvia abundante y  mansa. El campo, esta mañana era otro. Estaba como esos niños después del  baño que la madre  los viste con ropa limpia, les pega un peinado y, además, les rocía un espurreo de colonia para “vayan oliendo bien”.

Salió el sol. Se abrió paso, a empujones casi, entre las nubes plomizas ahítas de agua, que empujan los vientos que vienen del Atlántico pero que querían seguir de largo. La gente del campo, a ese sol, lo llaman, el sol de los caracoles.

Estos bichitos – moluscos gasterópodos con concha espiral, que dice de ellos la definición que les viene bien – son amantes de la noche. Después de un aguacero son aficionados a dar sus paseos, acompasados y sin prisas. Vamos como quien sale a otear el horizonte y cambia impresiones con el vecino.

Este verano, junto a Sines, en el Alentejo portugués, probé una manera de guisarlos diferente a como suelen prepararlos en mi casa. Estaban exquisitos y daban un entretenimiento de mucho tiempo porque había que armarse de paciencia para sacarlos desde del interior de la concha donde habían encontrado su final.

Mi madre los guisaba con almendras molidas, algo de pique y un caldillo que estaba para chuparse los dedos. Del resto de la receta, ni idea. En la concina, en lo que verdaderamente soy experto, es en la preparación de bocadillos de atún. Eso sí, con un mimo y un esmero, que ¡ni les cuento!
Mi amiga Pilar Fernández los guisa con tomates fritos, les agrega virutillas de jamón, trocitos de chorizo y algo que tiene su mano de gran cocinera que tampoco sé lo que es, pero que los hacen riquísimos.


Mi mujer prepara un sofrito y, luego,  les agrega perejil, comino, hinojos, yerbabuena, guindillas, almendras, un poquito de pan… Le Me pregunta por la recete. Me dice qué para qué quiero saberlo. Se lo digo, y va y me responde: ‘y muchas cosas’ … y , yo, agrego: y, ahí, queda eso.

Resultado de imagen de caracoles

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