lunes, 1 de agosto de 2016

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Verano

El fin de semana ha sido trepidante. Cada cinco minutos ha aterrizado o ha salido avión del aeropuerto de Málaga. Hablan de haber superado cifras de otros veranos. A eso se le llama ‘record’. Cuatrocientos y pico – con un pico largo – de vuelos y cercano a los ochenta mil pasajeros que tampoco es cuestión de ponerse a contar maletas.

Casi a pie de pista, o sea, hasta donde dejan que se acerquen los becarios o los sustitutos de los suplentes, preguntan y preguntan a quienes llegan. Ni son muy originales en saber a qué vienen, ni las respuestas. ¿Qué no las adivinan? Pues es como para quedarse temblando.

Viene a tomar el sol, a descansar, a reencontrarse con lo que ya conocen de otros años, y a disfrutar del vino y de la gastronomía. Hablan de pescaítos fritos: chanquetes – oiga, que son inmaduros y están prohibidos, ¿qué?  - espetos, vitorianos, coquinas y mariscos…

Llegan a las costas  y buscan la ‘salada claridad’ del agua del Mediterráneo o del Atlántico  que son nuestros mares y las brisas que ponen los cuerpos con ese color moreno que se perderá, poco a poco, cuando llegue septiembre, y el Dúo Dinámico, de nuevo, en la nostalgia, cante aquello que nos ponía el alma melosa: “el final del verano llegó y tú..”

Por cierto, cuando se habla de melosos seguro que han venido chicas de ojos color de miel, y otras con los ojos de moscatel, como son las uvas de las viñas que crecen en las tierras quebradas de la Axarquía, y otras de ojos negros como una noche de embrujo, y otras, con esos “ojos claros, serenos…”

¡Miren que son bonitas las niñas con esos ojos! y van, y en el barrullo de aeropuerto que anuncian la llegada del vuelo procedente de… entrevistan a un tío gordo, calvo y viejo…! Lo dicho. Eso de sustituir al suplente tiene estas cosas…


Es verano; tiene su encanto. Yo  - al igual me dicen que soy un tipo un tanto raro - lo cambio por el encanto de las mujeres con biznaga de jazmines en el pelo, recogido y lacio, y, si además, tienen los ojos color de miel…

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