viernes, 24 de junio de 2016

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Carné

La casualidad pone en mis manos el carné de identidad de mi abuela María. Está expedido en 1955. Mi abuela María nació en 5 de febrero de 1882. Un simple papel plastificado sirve para transitar a caballo entre tres siglos. ¡Y, qué tres siglos!

En uno, España – bueno, España; no, algunos españoles -  a mamporrazos entre sí. Como nos pintó Goya. Guerras; España, en la ruina. En el XX, tres guerras ‘oficiales’ y el hombre  que dicen que llega a la luna. En el XXI, se impone la prisa, el día de mañana, ya es pasado.

Hurgar en documentos viejos, a veces, lleva a encontrarse con  obviedades. En España reinaba Alfonso XII; gobernaban, con alternancia, Cánovas y Sagasta. En el campo, la Mano Negra; se fundan los Altos Hornos de Baracaldo: En Roma, de Papa, León XIII, el de la Rerum Novarum... ¿Qué queda de todo aquello?

El electorado español está convocado para mañana, último domingo de junio, a las urnas. Es la España democrática inmersa en una Europa Unida que no lucha entre sí, sino consigo misma. Es una Europa vieja en contraposición a la vieja Europa. ¡La que han formado los hijos de la Gran… Bretaña!

Nos mandan al rincón de pensar. Hay que reflexionar. Tenemos que decidir a  quiénes vamos a prestarle nuestro votar. Ellos - los políticos - piensan otra cosa; creen que es suyo. Así nos va.

El gallinero patrio está alborotado; mucho cacareo. El debate, donde está de verdad  es en el ‘porqué’ Del bosque no sacó a Iker, y dejó que el penalti lo tirase Ramos y que si Pedro, y que si…

Y digo yo. ¿Dónde están los valores de una sociedad que se gasta una fortuna en mascotas y pone concertinas en la valla de Melilla? ¿Qué camino lleva con tropecientos mil ricos más en un período de crisis? ¿Adónde va una sociedad que se desayuna pitufos de jamón y aceite – del bueno, claro – mientras la mar de enfrente se traga a miles de personas?. Ha han cometido el delito de huir del terror.


Hace calor. El ruido de las motos imposibilita abrir los balcones. Otra manera de contaminación. Los jazmines siguen floreciendo al anochecer; las damas de noche, las yerbaluisas, los sampedros dejan sus tarjetas de visitas en las noches del verano que da los primeros pasos de niño pequeñito… ¡Qué lío, Dios!

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