jueves, 9 de julio de 2015

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Arde Cazorla

Así como de golpe, no. Arde una parte próxima a  la Sierra de Cazorla. La que está más al sur, en las cercanías de Quesada y ve de frente Sierra Mágina. Parece que todo apunta, puestos a buscar culpables, a una fortísima tormenta de hace unos días, con muchos rayos y sin agua. Y, ha venido lo que tenía que venir.

Es aquella sierra que cuando niños cantábamos, en pupitres bipersonales y el maestro - mi maestro don José Oropesa - señalaba con el puntero sobre un mapa de hule ajado y con los ángulos descascarillados: “el río Guadalquivir nace entre las Sierras de Pozo y Cazorla, provincia de Jaén, pasa por Montoro, Córdoba y Sevilla y desemboca por Sanlúcar de Barrameda, en la provincia de Cádiz”.

Hablar de la “Sierra de Cazorla” para un foráneo es entender de todo el macizo. Para un lugareño, desde luego que no. Y te dirán que Cazorla solamente son los montes que la rodean: de El Chorro al puerto de las Palomas, y que pasan por el propio pueblo, la Iruela y Burunchel. 

Como en todos sitios no deja de ser rivalidad entre vecinos, y entre gente que comparten brisas y sofocos, solanos o cierzos, noches estrelladas y ventiscas, (desde uno u otro lado de estas montañas, que todo es del color del cristal con que se mira) pero, como aquí, de lo que se trata es de ver y admirar...

Se puede entrar por cuatro sitios: por Pontones, si se viene desde  La Sagra; por El Chorro, después de superar el puerto de Tíscar y Quesada (por donde dicen que se las anda el fuego); por Cazorla y el puerto de Las Palomas - por donde lo hace más gente -; por la Puerta de Segura..., y desde luego, también hay otras. Es cuestión de husmear en los mapas.


Yo entré un invierno por El Chorro hasta el nacimiento del Guadalqujivir con una nevada enorme. La visión sobrecogedora; ‘otras’ cosas se subían a la garganta… Cuando mitiguen algo las calores habrá que dar una vuelta y ver cómo ha quedado todo. ¡Qué pena!

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