martes, 20 de mayo de 2014

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. El Cristo de la Salud y Álora

                                   

Es estrecha y quebrada; larga y umbrosa. No entra el sol. Se dan  la mano, entre sí, los balcones; se hablan de tú las ventanas. Va la Calle de la Compañía – que es de la que se trata – desde la plaza donde estaban las Casas Consistoriales hasta la muralla que bordeaba, por poniente, la ciudad. Por una puerta (Puerta Nueva) se abría al río…

Casi al comienzo de la calle,  en el lado opuesto al Guadalmedina,  está la iglesia donde se venera el Santo Cristo de la Salud. Fue iglesia de la Compañía de Jesús antes de la ampliación, sólo un poco más allá, en lo que fue plaza del General Trujillo, a espaldas de los Mártires…

Como introducción sirve. Hay que fijar conceptos. Obra, autor y advocación. Hay uno más pero para después. Un documento notarial dice del  Santo Cristo que: “José Micael haya de hacer y haga – para la Cofradía y Hermandad de la Esclavitud de la Santísima Trinidad- una hechura de un Cristo de siete cuartas de alto, bien perfeccionado, los brazos atados, encarnados hasta los codos…” ;  6 de junio de 1633, fecha de encargo; 27 de diciembre, la entrega. Dicen los que saben que la talla no es de las de primer orden.

La devoción popular  le atribuye haber acabado con la epidemia que asolaba la Málaga de entonces. Un traslado fortuito descubre la imagen que va en una carreta cubierta por por una frezada. Es el 31 de mayo de 1649. Cesa el azote. ¡Milagro! Ya le llaman Santo Cristo de la Salud. Dice la leyenda que una semana después muere su autor.

El autor José Micael Alfaro, contrario a una creencia generalizada, no es italiano. Nació  en Alcañiz (Teruel) “e hijo de padres de aquella villa”. Dice el padre Llordén que su testamento fechado en 1650 “echa por tierra la leyenda de su muerte ocho días después del hallazgo del Cristo de la Salud que es obra suya”.


En 1947 Francisco Palma Burgos restaura la imagen. Al levantar la mascarilla encuentra una nota. “Fecho por Micael en Álora. Siglo XVII”. Lo cuenta su sobrino Mario Palma. ¿Qué hay de cierto? ¿Vivió Micael en Álora? 

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