martes, 12 de noviembre de 2013

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. El olivo

                                               

Está solo. Trasplantado de no sé donde a un lugar de pueblo, de plazoleta, de encrucijada de calles. A un sitio que no es el suyo. Lo trajeron unos hombres desalmados – quiero decir, sin alma cuando le rompieron las raíces para arrancarlo de su tierra – y colocarlo allí…

Hace unos días, en un vivero de la carretera de Córdoba - ¡será por olivos en aquella tierra! – vi unos cuantos en macetones grandes, tan grandes que casi hay que moverlos con una pequeña grúa. A esos macetones, de manera eufemística lo llaman ‘container’. Esperan la orden y, luego el traslado. Ya no se verán, entre ellos, nunca más.

Santiago Rusiñol escribió un texto precioso y preciso con un diálogo entre los árboles del bosque que se hablaban y transmitían su temor. Presentían el hacha cercana. Venían, unos hombres en cuadrilla, cortando troncos, porque había que hacer leña…

Me pregunto que se dirán entre sí estos olivos que esperan destino. No son los olivos de los que hablaba Fernando Villalón: “Ya se ven por la ladera / los ejércitos nudosos / de los olivos leñosos / que suben de la pradera”. No.

Tampoco es el olivo del que la lechuza trajo un ramito verde a Santa María y san Cristobalón la quiso espantar al ver que bebía… ¿Se acuerdan? Sí. Aquello del aceite que nos contaba don Antonio Machado. Y, Baeza, y los cortijos blancos…

No son tampoco los olivos de los que hablaba Federico cuando contaba el camino de los dos ríos de Granada, que bajan de la nieve al trigo; el Guadalquivir entre naranjos y olivos… Suspiros, nieve, trigo, azahares en abril y barbas granates y llanto y sangre. Todo eso y más.


Pedro Macías colgó en facebook una foto, del olivo grande que trasplantaron, hace unos años, a la Plaza del Médico Zamudio en Álora.  Dos grandes, sin ellos pretenderlos, juntos: el Médico y el Olivo. ¿Será casualidad? ¿Será el destino? Es cosa de olivos.

1 comentario:

  1. Preciosa alegoría al olivo. Creo amigo que cada aceituna que te coma irán impregnada de cariño dándote LAS GRACIAS.

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