martes, 24 de septiembre de 2013

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. La Huerta

La huerta, en estos días primeros en que dicen que estamos en otoño tiene, todavía, la hoja de verano. Espera, como quien desea algo que tiene que venir y no llega, la lluvia. Ya no valen los riegos a pie, ni los modernos y localizados del goteo. Pide y quiere la lluvia del cielo.

Viene - la lluvia- meteorizada con bendición. Es buena para la aceituna que,  ‘bebe por la hoja’ y con el refrescón cambia de cara; es buena para los veneros: se cargan y se reponen; es buena para la otoñada. Vestirá las lomas de esperanza.

Dice el refrán que ‘la huerta por la mañana;  la novia, por la tarde’ La sabiduría popular lo cuadra. Con el alba la naturaleza todo se despierta. Llega la brisa y, al rato, el sol en lo alto y los pájaros, a lo suyo. Se arranca el campo y la vida es un rosario de sensaciones. ¿Hay algo más bonito, que una novia, ‘arreglada’ por la tarde?

La huerta es vida. Es trabajo continuo y sueños. Siempre sueña el hombre del campo. Flor de azahar; fruto de mayo, aguaceros primaverales, calor de verano, lluvia de otoño y  rocío mañanero de invierno. El ciclo viene y va… Y se van aquellos que, como evocaba Juan Ramón,  amaron a su tierra. ¿Por qué lugar de la huerta, por cuál estarán nostálgicos?

Doblan sus ramas los membrillos con el peso: piden perol y azúcar; se asoma, entre el ramaje verde, la granada madura. Las higueras cobijan pájaros golosos que buscan los higos de las alturas, como reclamos, los higos más altos a lo  que no se alcanza desde el suelo.


Ha bajado una banda de garcetas bueyeras. Pernoctan en los álamos del río y, entre dos luces, apuran los rayos de sol antes que suban las sombras. Se hace el silencio, la huerta vuelve hoja de calendario y espera a mañana, cuando venga el nuevo día. 

2 comentarios:

  1. Estaba esperando tu escrito.
    Ya lo he leído, despacito , por que esto requiere saborearlo. es precioso. Y muy placentero.
    Leerlo es sentirte en el relax y el descanso. Me has hecho comprender el amor y el apego del campesino por su terruño amigo José, eres transmisor de esas mentes.

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  2. Pepe leer este relato y leer el refrán me ha venido a la mente como me lo contaron. Dice que un labrador se echo novia, y todos los días cuando se levantaba se acicalaba y allá se encaminaba a ver a la novia, después de comer se ponía la ropa de trabajo y se iba a dar una vuelta por el campo, así estuvo una temporada, un día su abuelo que lo observaba veía que la tristeza iba haciendo mella en él, le pregunto que le pasaba, y le contestó que cada día se sentía peor, iba a ver a la novia y a la huerta y cada día la veía a las dos más fea; su abuelo le pregunto cuando iba a ver a la novia y a la huerta, él se lo dijo, y su abuelo solo le dijo, tengo la solución, vas a cambiar los horarios, a partir de entonces la alegría se fue adueñando de su cuerpo. la verdad es que a veces se cambian los términos y nada sale como deseamos. Solo tú hace que un relato sea un placer.

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